La redacción de la crónica periodística III

Autora: Ruth Kaufman Responsable disciplinar: Pamela Archanco Área disciplinar: Lengua Temática: Clases textuales Nivel: Secundario, ciclo básico Secuencia didáctica elaborada por Educ.ar

Introducción a las actividades

Para obtener información los periodistas deben consultar distintas fuentes. Al redactar la crónica relatarán lo averiguado y, en algunos casos, les darán la palabra a los testigos. Nos entrenaremos en distinguir las voces e interpretar el significado de estas inclusiones.

Objetivos de las actividades

Que los alumnos:

Aprendan a distinguir la voz del emisor de las voces citadas en un texto periodístico.

Identifiquen el uso de comillas y analicen el significado que aportan los verbos de decir.

Actividad 1:

Para dar inicio a esta secuencia, le sugerimos al docente que lea junto con sus alumnos esta crónica periodística, conocida en la jerga como “crónica de color”.

Antes de abocarnos al análisis de la inclusión de voces en el texto les sugerimos que, a través del diálogo, repasen con sus alumnos los temas tratados en las secuencias anteriores. ¿Qué características del hecho presentado permiten que haya sido convertido en noticia? Si tuvieran que definir esta noticia, ¿qué dirían: se trata de una noticia anuncio o de una noticia relato? ¿Por qué? ¿En qué tiempos están conjugados la mayoría de los verbos? Señalen el tiempo verbal preponderante y expliquen por qué se emplea. Relean la crónica buscando responder a las seis preguntas básicas (¿qué?, ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿por qué?). ¿Esto se logra? ¿Cumple la redacción de la crónica con la regla de la pirámide invertida, es decir, se encuentra la respuesta de las seis preguntas entre el titular el copete y el primer párrafo?

Por último, les sugerimos que les pregunten si el lector puede saber cómo y de qué fuentes obtuvo el periodista la información para producir el texto. El testigo clave sin duda para hacer de este hecho una noticia es el fotógrafo de Clarín que pasaba ocasionalmente por el lugar. El periodista dice haber consultado la declaración, que suponemos ya que no lo explicita, fue realizada por el policía. También obtuvo los datos entrevistando a los protagonistas en el Hospital Pirovano.

Texto 1

Actividad 2:

Les sugerimos que les pregunten a sus alumnos cuántos emisores se puede distinguir en este texto. Les pediremos que identifiquen a los emisores y subrayen los discursos emitidos por cada uno con un color distinto.

Por ejemplo:

Periodista Mariana García             verde

Cabo de la policía César Paulu      amarillo

Padre de la parturienta Rosendo   gris

Podríamos discutir si hay un cuarto emisor, el fotógrafo que firma las fotos. Incluso, podemos pensar con los alumnos hasta qué punto este hecho fue convertido en noticia porque, justamente, como dice la nota, un “fotógrafo de Clarín pasaba por allí y fue testigo del parto”. ¿El mismo hecho se hubiera convertido en noticia, es decir, se hubiera publicado en el diario sin las fotos?

Texto 2

Probablemente algunos alumnos subrayen las voces del policía y el padre, pero no la de la periodista. En primer lugar, entonces, deberemos trabajar con ellos la idea de que todo discurso tiene un emisor, asuma este la primera persona (como cuando hablamos y decimos “yo”) o formule su discurso en tercera persona. En el caso de las crónicas firmadas, justamente la firma sirve para avalar la veracidad de la información. 

Podremos preguntarles luego cuál es el signo de puntuación que permite distinguir cuándo se trata de la voz del periodista y cuándo de otras voces: las comillas. Los invitaremos a analizar todos los discursos entre comillas del relato. ¿Hay alguna palabra que funciona introduciendo esta voz? Les pediremos, entonces, que subrayen todos los verbos que presentan al discurso directo, conocidos también como verba dicendi.

Tendremos el siguiente repertorio: 

Imposta la voz

Repetía

Dijo

Confesó

Veremos que, en algunos casos, anteceden al discurso directo y en otros van después. Por otra parte, en esta crónica podemos encontrar una cita entre comillas sin verba dicendi. Por lo que sigue, debemos suponer que fue dicha por el cabo de la policía.

Para cerrar esta parte, les sugerimos que realicen con sus alumnos una lista de verbos de decir muy extensa. Para ello, podrán consultar diccionarios de sinónimos on-line y las herramientas de sinónimos del procesador de texto.

Luego, les pediremos que dicten una oración cualquiera. Por ejemplo, “Tengo hambre”. Y luego la citen, poniéndola en boca de un mismo emisor, pero variando solamente el verbo de decir. ¿Significa lo mismo, en cada caso, la frase citada? Analizaremos, así, el peso de significación que tiene el emisor al seleccionar un verbo de decir.

El joven confesó: “Tengo hambre”.

“Tengo hambre”, amenazó el joven.

“Tengo hambre”, dijo el joven.

Actividad 3:

Al escribir una crónica, el periodista puede elegir entre citar textualmente lo dicho por los testigos, o dar esa información con sus propias palabras. Si cita textualmente, debe conservar cada una de las palabras dichas por el testigo y distinguir ese discurso del suyo con comillas. A eso se lo llama “cita” o “discurso directo”. Si escribe toda la crónica con las palabras de los otros, esta resultará larga y confusa; dos características que no son adecuadas para un texto periodístico. Podemos preguntarles a nuestros alumnos cuál es el sentido que encuentran a las citas directas en este texto, qué efecto de lectura producen.

El otro modo de transmitir la información es citando indirectamente las palabras de los otros.

Invitaremos a nuestros alumnos a buscar en la crónica casos de discurso indirecto, como el que sigue:

Cristina de Piñeiro, de 21 años, llamó a su esposo, Rosendo, de 31, a la pollería donde trabaja para decirle que el bebé venía en camino.”

En vez de reproducir exactamente las palabras dichas por Cristina Piñeiro, la periodista cita su discurso en forma indirecta.

Luego, les pediremos a nuestros alumnos que identifiquen los otros discursos indirectos del texto, los copien y “peguen” abajo. 

Son los siguientes:

Al padre, que estaba “blanco como una pared”, le pidió que se saque la remera para cubrir al bebé.

Sólo le pidió a Rosendo que además de Brenda, la nena lleve el nombre de su esposa: Salomé.

Rosendo, obvio, accedió.

Una pregunta que podemos formular: ¿quién dice “obvio”? ¿El cabo de policía, el padre, la periodista? ¿Les parece adecuada esa marca de oralidad en este texto?

¿Cuáles habrán sido las palabras dichas por los testigos?

 Podemos hacerles esta pregunta a nuestros alumnos y pedirles que escriban el discurso directo que ellos imaginan en cada caso, presentado con un verbo de decir, como, por ejemplo:

Cristina de Piñeiro, de 21 años, llamó a su esposo, Rosendo, de 31, a la pollería donde trabaja para decirle que el bebé venía en camino.”

Cristina Piñeiro llamó a su marido por teléfono y le dijo: “Mi amor, apurate, el bebé viene en camino”

“¡¡¡Veníííííí pronto!!!!!!, gritó Cristina Piñeiro a su marido por teléfono.

“¡Largá la pata del pollo y vení ya!, le pidió a su marido por teléfono Cristina Piñeiro.

Nos queda por analizar un fragmento en el que se confunden la voz de la periodista con la voz de uno de los testigos. Es un recurso estilístico propio de la literatura, llamado discurso indirecto libre, que a veces suele ser utilizado en periodismo. 

Rosendo corrió. Ya se había perdido el nacimiento de su primera hija, Melina. No llegó a tiempo. Rosendo se prometió que otra vez no iba a pasar lo mismo. Y no pasó.

Podemos preguntarles a nuestros alumnos si se trata de una cita o discurso directo. La respuesta será “no”, porque no está la marca de las comillas. 

Pero tampoco es la voz de la periodista.

Digamos que un testigo puede haberle dicho que “Rosendo corrió”. “Rosendo se abalanzó sobre el patrullero”, pero ¿quién puede saber lo que Rosendo pensó, lo que Rosendo recordó (que se había perdido el nacimiento de su primera hija), lo que Rosendo se prometió a sí mismo?

A este discurso en el que se mezclan sin marcas de comillas la voz o los pensamientos de un testigo (de un personaje en la literatura) y los del emisor (narrador en la literatura) se lo conoce como discurso indirecto libre.

Bibliografía / webgrafíia recomendada

Leer la crónica en la versión digital

Marín, M. Conceptos claves. Gramática Lingüística. Literatura (2.ª edición). Buenos Aires, Aique, 1995.

Bosque, Puértolas, Muñoz y otros. Lengua Castellana y Literatura, 1 y 2 de Bachillerato. Madrid, Akal, 1999.

Alvarado, M. y Cortés, M. Los hacedores de texto, El hacedor. Buenos Aires, 1998.

García Negroni, María M. y otros (2001). El arte de escribir bien en español. Buenos Aires, Edicial, 2001.