Turbina flotante: hidroeléctrica verde y barata

Un nuevo y revolucionario concepto aparece en producción hidroeléctrica con el desarrollo de la Turbina Flotante, sistema que no requiere diques ni represas para su funcionamiento y además tiene una gran ventaja, su bajo costo de instalación, que hace innecesarias grandes obras. Por ello la empresa dueña del producto estima en 450.000 dólares la inversión para cada megavatio de generación, la mitad del costo de las centrales termoeléctricas y un tercio del de las hidroeléctricas o de energía eólica. El costo operacional es también menos de un tercio de otras fuentes, como el gas natural, la hidroelectricidad tradicional y los vientos. Solo la energía nuclear se le acerca con 25 dólares por megavatio/hora, contra 15 dólares de la turbina flotante. En contraposición con otras fuentes renovables, como la solar y la eólica, la usina hidroeléctrica flotante puede generar energía las 24 horas del día. La tecnología creada por Regan y Johan Hoffmann, austriacos que viven en Brasil hace 20 años, fue pensada en llevar energía eléctrica a poblados alejados de la región amazónica, donde hay 23.000 kilómetros de ríos, pero en la mayor parte sin el declive necesario para la instalación de centrales hidroeléctricas convencionales. La baja velocidad de las aguas, como la de algunos ríos amazónicos y otros de zonas llanas, no impiden su funcionamiento, solo exige equipos mayores para aprovechar el mayor volumen de agua, la profundidad y ancho de los cursos fluviales. A diferencia de una usina hidroeléctrica convencional, existen numerosas ventajas, como ser costos, por no requerir la construcción de diques y represas, con lo que se evita la inundación de tierras y desplazamiento de personas. También aporta beneficios ambientales puesto que el funcionamiento de la máquina contribuye a la oxigenación de las aguas, un elemento fundamental para combatir la contaminación provocada por la actividad humana e industrial. Este aspecto es particularmente importante para la vida de los peces y organismos que dependen de los ríos para alimentación. La empresa busca ahora divulgar las turbinas flotantes en otros países y de atraer alguna gran empresa, energética o industrial, para el desafío de construir una central de «por lo menos 50 megavatios» de potencia, anuncia Regan. Estima además que su tecnología permite construir sistemas para generar hasta 500 megavatios. Dependiendo de los ríos se pueden instalar turbinas flotantes en serie a una distancia adecuada entre ellas.

Fuente: Reporte Energía