Transimapatividad es una denominación que se da a un diagrama combinando dos palabras. La primera de ellas hace referencia a la propiedad matemática que representa una relación de transitividad (por ejemplo, "si a=b y b=c, entonces a=c").

La segunda palabra es mapa, en su acepción de representación gráfica. En el diagrama se toma como representativa la figura geométrica del círculo, que va en contra de la idea lineal que ofrece la habitual cronología de los acontecimientos. En el ejemplo que se da a continuación, el mechero Bunsen, que se encuentra en el centro del sistema, permite la vinculación en dos niveles orbitales de las distintas innovaciones tecnológicas y de quienes la propiciaron. Pero de ningún modo se propone el mechero como centro único y exclusivo del sistema: por el contrario, se lo toma como un eslabón más en la cadena de acontecimientos y de las búsquedas históricas en los que los hombres y las máquinas son los protagonistas. La relación de transitividad entre el "seudocentro" y los niveles orbitales (primero y segundo nivel) implica una relación de equivalencia entre los elementos que componen el sistema de representación.

Si Robert Bunsen no hubiera conocido de alguna manera los estudios de sus antecesores, nunca podría haber llevado adelante su mechero, ya que sin gas, por ejemplo, de qué serviría un quemador. Sin los trabajos de Jean Baptiste Van Helmont doscientos años antes, Bunsen nunca hubiera desarrollado su mechero. De la misma manera se puede ir generando el entramado complejo de "interretroacciones" entre niveles, elementos de un mismo nivel y el seudocentro.

Supuestamente todo comenzó con Van Helmont doscientos once años antes de Bunsen, aunque no fue así. Con seguridad, mucho antes de Van Helmont muchas personas aportaron ideas e información para sus desarrollos. Los chinos, sin duda, fueron anteriores. Con el mismo criterio, y más fácil de demostrar, Blondel tampoco fue el último. Hoy en día es común el uso de los mecheros, la cocina y la estufa hogareña son prueba cabal de esto. Trescientos sesenta y un años después la maquinaria de la historia no se detiene.

Gráfico Mechero de Bunsen y sus precedesores