Formación Ética y Ciudadana tiene como propósito brindar herramientas para que los alumnos sean capaces de compartir proyectos dentro de una sociedad democrática. El objetivo es formar ciudadanos capaces de "participar" en la sociedad. Quien participa "forma parte" de algo que va más allá del sujeto participante (la familia, los grupos sociales, la comunidad nacional o internacional). No obstante "formar parte" es apenas un aspecto de este concepto.

Pues, participar es también "tomar parte" de la vida y el destino de las agrupaciones que integramos. Esto significa: intervenir, opinar, y sobre todo, decidir sobre las cuestiones que tienen que ver con el grupo mediante acuerdos. Así es como el diálogo y la participación se constituyen en pilares del área.

Sin embargo, la interacción entre los participantes puede generar conflictos debido a la diversidad de gustos, valoraciones e intereses, los que -muy a menudo- pueden verse enfrentados. Por esta razón, es imprescindible movilizar a las partes hacia procesos de resolución no violentos. Esto requiere el desarrollo de diversas capacidades y, en especial, de la capacidad de "escucha atenta", como así también la capacidad de respetar las opiniones del otro y su consideración durante la formulación de las propuestas para solucionar conflictos.

Propósito

Esta actividad busca suscitar la reflexión sobre las causas de un conflicto y sobre las variadas formas de enfrentarlo y superarlo como una manera de participar en el aula. Más tarde, este proceso podrá ser utilizado para la resolución colectiva de conflictos en otros ámbitos. Asimismo, se pretende que los alumnos transiten por caminos democráticos para analizar y resolver un determinado conflicto por respeto de los derechos de los otros.

Desarrollo de la actividad

Se recomienda comenzar la actividad con la narración de un cuento, relato o caso en el que se presente algún conflicto que sea de interés para los chicos, por ejemplo el caso de las "chicas que querían, pero que no podían jugar al fútbol".

Los chicos del 8º año del EGB 3 de la escuela pública "X" recién se empezaban a conocer. La mayoría provenían de diferentes escuelas. La docente de Formación Ética y Ciudadana les propuso hacer de la clase una "experiencia democrática". Para ello decidieron crear una "Asamblea del Aula". Todos los alumnos de ese año tenían derecho a participar, como así también los docentes. Allí se debatiría, deliberaría y se decidiría sobre actividades, objetivos y formas de aprendizaje. En sus comienzos no resultó fácil. No estaban acostumbrados a dialogar, debatir y deliberar. Sin embargo, continuaron.

Finalizadas las vacaciones de invierno llegó la buena nueva. El gimnasio de la escuela estaba terminado: una cancha de fútbol cinco y una de volley. Más allá de la hora de educación física, los chicos podían disponer del gimnasio los días jueves durante el recreo largo. "Si el recreo largo dura unos 20 minutos, podremos jugar dos tiempos de 10 minutos, calculaban los chicos de 8º año. Sin embargo, transcurrido el mes de agosto comenzaron los conflictos. Los partidos de volley eran mixtos. Los de fútbol, no. Las chicas querían jugar al fútbol. Los chicos no querían partidos mixtos... pues...: "La mayoría de las chicas son pataduras", gritaban Juan y Diego. "Claro, si todas jugaran como Nadia, entonces no tendríamos problemas.

Es la única forma de que el partido mantenga su ritmo", admitía Hernán. "Nadia juega excelente, pero... el fútbol es un juego de pibes", pensaba Rodrigo y Miran asentía. "Y si nunca tenemos la posibilidad de jugar... cuándo mejoraremos...", replicaban Úrsula y Soledad. "Y... por qué mejorar... ¿En qué reglamento de fútbol está escrito que sólo puedan jugar los habilidosos...?", decía José. "Y quién habló de fútbol mixto... yo prefiero jugar entre chicas", agregaba Lorena.

El jueves pasado las chicas armaron dos equipos y se propusieron jugar. Los chicos ya estaban instalados en la cancha. No escucharon el reclamo de las chicas. Entonces ellas decidieron armar una "sentada" en el medio de la cancha. Sonó el timbre. Se levantó la sentada. Los alumnos y alumnas se convocaron en Asamblea para debatir y encontrar alguna solución al conflicto.

Para trabajar el conflicto en forma participativa se propone una técnica de simulación 1. Esto significa que los estudiantes tienen que ponerse en el lugar de los chicos del 8º año del EGB 3 de la escuela "X" y que, desde ese lugar deben formular propuestas para solucionar el conflicto. Se recomienda que los estudiantes trabajen en grupos de no más de cinco chicos las consignas que presentamos a continuación:

  1. Análisis del conflicto: cada grupo volverá a leer atentamente el caso, para luego responder las siguientes preguntas: ¿cómo empezó el conflicto? ¿por qué surgió? ¿quién está a favor de que las chicas jueguen al fútbol? ¿quién está en contra? ¿por qué consideran que la mayoría de los chicos estaban en contra de que las chicas jugaran al fútbol? ¿por qué los chicos pueden jugar al volley con las chicas y las chicas no pueden jugar al fútbol? ¿creen que los "argumentos" que daban los chicos en contra del juego mixto eran convincentes? Fundamenten su respuesta. ¿Consideran que las chicas tenían buenos argumentos para fundamentar la "sentada"? ¿por qué? ¿creen que el no permitir que las chicas jueguen al fútbol implica una discriminación de género? Fundamenten su respuesta. ¿Por qué pensarán Rodrigo y Mirna que el fútbol es un juego de chicos? ¿cómo se determina que un juego es un "juego mixto" o de "chicas" o de "chicos"? ¿qué consecuencias acarrean los "prejuicios" de algunos de los chicos en relación con los deportes de "chicas" y "chicos"?

  2. La formulación de propuestas para la resolución del conflicto: a continuación se trabajará con la generación de posibles propuestas de resolución.

    ¿Por qué creen que los chicos del 8º año del EGB 3 tienen dificultades para llegar a una solución?

    Luego, solicite a sus alumnos que consideren las ventajas y las desventajas de cada una de las siguientes propuestas y que formulen otras, si lo consideran adecuado: nadie juega al fútbol; nadie juega al volley; nadie juega al fútbol ni al volley; sólo juegan al fútbol las chicas y sólo juegan al volley los chicos; sólo juegan al fútbol los chicos y sólo juegan al volley las chicas; todos juegan al fútbol: se forman equipos mixtos. Todos juegan al volley: se forman equipos mixtos; las chicas juegan al fútbol 10 minutos y los chicos los otros 10 minutos. Se establece una alternancia: un jueves las chicas juegan 20 minutos al fútbol, al otro jueves son los chicos que juegan 20 minutos y así sucesivamente.

    Finalizada la ponderación de cada posible solución, usted solicitará a cada grupo que se incline por alguna de las propuestas y que formule argumentos a su favor. Cada grupo elegirá entonces un vocero que será el encargado de presentar la propuesta.

  3. Debate: en común cada grupo presentará, a través de su vocero en no más de cinco minutos los argumentos a favor de la propuesta elegida. Mientras tanto los demás escucharán atentamente las propuestas, considerarán los resultados probables de cada solución y las ventajas e inconvenientes que podría acarrear cada propuesta. Finalizada la ronda de presentación, cada equipo dispondrá de aproximadamente cinco minutos para argumentar en contra de las demás propuestas o a favor de la propia.

  4. Deliberación: Los estudiantes volverán a reunirse en grupos para discutir si continúan sosteniendo su propuesta o si, en cambio, decidirán apoyar la propuesta de otro grupo. A su vez esta discusión podrá ser orientada mediante preguntas que indaguen sobre la factibilidad del cumplimiento de un acuerdo para la resolución del conflicto. Aquí le presentamos algunas posibilidades de análisis: ¿piensan que es posible llevar a cabo este acuerdo en la escuela? ¿por qué? ¿de qué factores depende? ¿hay condiciones que consideran imprescindibles? ¿cuáles? ¿la propuesta elegida por su grupo respeta el derecho a jugar que poseen todos los estudiantes?

    A continuación los grupos contarán con no más de tres minutos para presentar la propuesta finalmente escogida de común acuerdo. Tenga en cuenta que, durante el transcurso de la deliberación, los grupos podrán reformular sus propuestas para hacerlas compatibles con la de los otros. Si el acuerdo se logra, entonces se escribirá en el pisaron la solución consensuada.

  5. Votación: Si no se logra un acuerdo, todas las propuestas se someterán a votación sec reta. Y ganará aquella propuesta que obtenga el mayor número de votos (mayoría simple). En caso de empate se pasará a una segunda votación teniendo en cuenta sólo las dos propuestas más votadas durante la primera vuelta. La solución más votada d u rante la segunda vuelta será finalmente la ganadora y se escribirá en el pizarrón.

Cierre de la actividad

Le recomendamos especialmente que, durante el plenario, sean resaltadas las condiciones que favorecen la resolución de los conflictos en forma participativa y no violenta, es decir: análisis del conflicto (determinación de las partes, del problema y su origen, de los intereses de cada uno de los implicados), la escucha atenta, el respeto de las opiniones de los otros, la formulación de propuestas, la ponderación de las ventajas y desventajas de cada uno de las propuestas, el tratar de convencer al otro a través de buenos argumentos y no por medio del uso de amenazas u otra forma de violencia, la búsqueda de una solución que de alguna manera contemple los intereses de todos y no que sólo trate de maximizar los intereses de uno o de unos pocos.

Consideramos que la narración presentada como "caso simulado" permitirá que los alumnos se puedan identificar con algunos de los personajes sin necesidad de abordar directamente un conflicto concreto del aula. Sin embargo, como fruto del diálogo sobre el caso hipotético los alumnos podrán plantear conflictos reales existentes en el grupo, y usted podrá incentivarlos en esa tarea mediante preguntas como las siguientes: ¿ustedes piensan que en la escuela algunos conflictos podrían ser solucionados más fácilmente si las partes se escucharan atentamente y no buscaran sólo maximizar sus intereses? ¿y si cada propuesta considerara los intereses de las otras partes en el conflicto?

Si a partir de esta reflexión, surge el planteo de problemas reales del aula o de la escuela, será recomendable tratar el conflicto ya que la presente actividad se propone extender el trabajo participativo a las situaciones cotidianas que involucren a los chicos. Será muy provechoso que los estudiantes se habitúen a resolver los conflictos que surgen entre ellos, con el fin de "prepararse" también para resolver otros posibles conflictos que puedan aparecer en otros ámbitos.

Sugerencias

En esta propuesta se da por supuesto que los chicos ya realizaron tareas relacionadas con el "escuchar atento". Sin embargo si el tema aún no hubiera sido trabajado, se podrán realizar adaptaciones para el Tercer Ciclo de las actividades que figuran en las Propuestas para el aula: EGB 1 N° 3,¿Quién tiene la razón?; EGB 1 N° 7,¿Qué significa tener derechos?; EGB 1 N° 8, Cuéntame tu juego... y jugaremos; EGB 2 N° 8,Y en el aula, codo a codo, somos mucho más que dos.

Por último, también se podrá "asistir" al proceso de solución colectiva y participativa de algún conflicto de la comunidad local, nacional o internacional. Durante esta actividad, se podrá analizar, por ejemplo, en qué etapa de la resolución del conflicto se encuentran las partes. Si el conflicto ha sido solucionado, se podrá determinar si la propuesta escogida contempla en forma razonable los intereses de todos los afectados. Si el conflicto no ha podido ser solucionado, se determinará en qué etapa quedó paralizado y por qué. Y finalmente, si se llegó a un acuerdo, se intentará determinar si éste se cumple o, en caso contrario se establecerán las posibles razones de su incumplimiento.


1. V. Martínez, M./Puig, J. La Educación Moral. Perspectivas de futuro y técnicas de trabajo. Barcelona, GRAO, 1994.