Introducción

Viajero escribiendo

Ilustración: Mariano Grynberg

A comienzos del siglo XVIII, la poderosa marina inglesa precisa de hombres dispuestos a adentrarse en el mar, enfrentar peligros desconocidos, soportar el alejamiento de sus seres queridos y recibir, en caso de regresar a puerto, una paga tan magra como demorada. Es entonces cuando, en la última página de un popular diario, empiezan a publicarse las crónicas de los viajes que realizará un tal Gulliver, quien se había embarcado como doctor de a bordo en el navío Antílope. Luego de naufragar (y sobrevivir), Gulliver vive increíbles peripecias que son detalladas con gran destreza por el escritor Jonathan Swift a modo de folletín semanal en el periódico más popular de Londres. De este modo, el diario de viaje de Gulliver, escrito en primera persona (como corresponde al cuaderno de campo de un naturalista), se convirtió en lectura popular. Los analfabetos escucharon los relatos de Swift en boca de los narradores de tabernas; los pobres conocieron sus aventuras por transmisión oral de azarosos interlocutores y los ricos los comentaron fumando puros en sus sobremesas tan varoniles como exclusivas. De cualquier modo, todos esos hombres fueron seducidos por las aventuras del doctor Gulliver y muchos vieron, en su epopeya por tierras desconocidas, la razón de su propia vida. Es más, luego de la última entrega en la que Gulliver retornaba por fin a Inglaterra, sus lectores hicieron tal presión sobre los editores del diario, que Swift tuvo que volver a echar al mar a Gulliver movido por una pulsión irrefrenable de explorar nuevas tierras desconocidas. El resultado no pudo ser mejor para la corona: por una parte, numerosos hombres se reclutaron como marineros con la ilusión de seguir un derrotero similar al narrado por Swift, sin medir los riesgos y peligros que significaba entonces la vida en el mar. Por otra parte, aquellas entregas semanales del diario de a bordo de un náufrago devenido explorador de nuevas culturas, extraños paisajes y seres increíbles se convirtieron en uno de los libros más importantes de la literatura mundial. Más tarde, algunas partes de aquel diario se reescribieron adaptándolas a un público infantil y, de esa forma, muchos de los personajes conocidos por Gulliver comenzaron también a formar parte del imaginario de los niños (por ejemplo, los habitantes de Liliput). Así, las crónicas de un desafortunado marinero y afortunado explorador han brindado algunos de los momentos más divertidos a miles de personas.

Propuesta

Esta propuesta integra las áreas de Lengua y Ciencias Sociales y Naturales mediante un trabajo de escritura en proceso. Se trata de una consigna que combina la investigación o exploración con la invención. La consigna pide escribir un fragmento del diario de un viajero. El fragmento incluye el registro de siete jornadas en un lugar extraño o exótico. El viajero es un personaje real —un naturalista o un navegante— de quien se proporcionan a los alumnos unos pocos datos que permitan iniciar la investigación e imaginar la historia. Se trata de que el relato sea verosímil, por lo que se solicita a los alumnos-escritores que busquen información sobre la época en la que vivió el viajero, así como acerca de los lugares que recorrió. También se intentará incluir en la investigación aspectos discursivos referidos tanto al género como a las diferencias entre el diario del naturalista y el del navegante.

Actividad 1: Etapa de investigación para la construcción del verosímil

1. En un primer momento, el docente de Lengua pedirá a las otras áreas su ayuda para elaborar una lista de viajeros. De esa lista, seleccionará algunos teniendo en cuenta criterios como:

a) Que haya información disponible sobre ellos;

b) que no sean demasiado conocidos para los alumnos;

c) que su historia resulte atractiva;;

d) que hayan transitado por regiones lo más alejadas o exóticas que sea posible;

e) que no hayan dejado una obra escrita en la que se narren sus viajes.

Cada alumno —o cada grupo de alumnos— elegirá un personaje de la lista para buscar su biografía y reunir la mayor cantidad posible de documentación sobre él.

2. En un segundo momento, los alumnos podrán recurrir a un mapa y reconstruir el itinerario del viajero, familiarizarse con los nombres de las ciudades y/o con las características de las regiones recorridas, para poder elegir el escenario de la acción que registrarán en el diario. En este momento se vuelve a interactuar con las otras áreas.

3. En un tercer momento, la investigación se orientará hacia la reconstrucción de la época en la que vivió el viajero y hacia los acontecimientos que enmarcaron su viaje (qué ocurría en esa parte del mundo, en qué contexto se produjo el viaje). El profesor de Lengua puede leer con los alumnos capítulos de Apostillas a El nombre de la rosa, de Umberto Eco, o dárselos a leer, con el objeto de reflexionar sobre la importancia que tiene el conocimiento histórico en la construcción de una ficción verosímil del pasado.

La investigación se orientará, asimismo, hacia las características de los viajes de naturalistas o navegantes (según cuál sea el personaje elegido). En todas estas indagaciones es imprescindible el trabajo conjunto con las otras áreas.

Actividad 2: Etapa de escritura

La tarea de escritura propiamente dicha comprenderá tres momentos, en los cuales los alumnos producirán tres textos distintos: una descripción del lugar elegido y un retrato del viajero, que les permitirán construir una representación del espacio y del narrador, y un fragmento del diario correspondiente a las siete jornadas.

a) Descripción del lugar: dado que ya conocen el itinerario del viajero, elegirán un lugar en el mapa y lo describirán tal como puede haber sido en tiempos del viajero. Para hacerlo, deberán recurrir tanto a los conocimientos de Ciencias Sociales como a los de Ciencias Naturales. Está claro que se trata de un texto de invención y que la investigación tiene como función hacer que este sea verosímil, no verdadero. Esto presupone haber trabajado previamente, desde el área de Lengua, la descripción como procedimiento.

b) Retrato: del mismo modo que en el ítem anterior, los alumnos se han documentado con la biografía del viajero y quizás hayan obtenido imágenes (grabados, dibujos, pinturas) en las que aparezca retratado; o bien, en el caso de que no existan tales imágenes, podrán recurrir igualmente a iconografía de la época o a reconstrucciones posteriores. A partir de estos materiales, escribirán un retrato del personaje en cuestión que tome en cuenta tanto los rasgos físicos como los de su personalidad. Es importante en esta etapa del proceso dar a los alumnos libertad para imaginar o hacer inferencias a partir de la información que hayan reunido. Esto significa que, aunque están produciendo un texto a partir de referente real, se trata de una ficción en la que ellos construyen el personaje. La importancia de esta construcción reside en que de ella dependerá, en buena medida, la voz que otorgarán al narrador o enunciador del diario que se escribirá a continuación.

c) Fragmento del diario de viaje: el diario es un género que tiene determinadas características.

- Desde el punto de vista de la temporalidad, el diario narra un acontecer temporal muy pequeño (lo ocurrido en un día o en parte de un día): una anécdota, una observación, una impresión o la combinación de estas, un recuerdo, un proyecto, un descubrimiento, una curiosidad, una reflexión, etc.

- La división del diario en jornadas da cuenta de esa temporalidad;desde el punto de vista de la enunciación, es uno de los géneros del yo, es decir, escrito en primera persona, que se combinan con los deícticos espacio-temporales del aquí y el ahora.

- Suponen un destinatario (nadie escribe solo para sí mismo), y ese futuro lector será quien reciba y aprecie el testimonio del yo.


1. Escribir el diario del viajero que abarcará siete días en el espacio elegido. Cada noche el personaje volcará en el diario algo digno de ser contado.

Como en todos los trabajos de escritura, se parte de una planificación, de la escritura de borradores que serán objeto de revisión y reformulación hasta llegar al texto final.

Diario de Cristóbal Colón

Fray Bartolomé de las Casas compendió las relaciones de Cristóbal Colón. En la relación del día 13 de octubre, el marino describe con asombro a los americanos.

Grabados texto Malaspina

Los relatos de viajes tienen una larga tradición. Un ejemplo es el texto de Malaspina, quien recorrió buena parte del mundo entre 1789 y 1794. Estos son algunos de los grabados que acompañan los relatos.

Pira y sepulcros de la familia del cacique An-Kau en el puerto de Mulgrave (1792).

Las experiencias de la gravedad por Malaspina y Bustamante en Puerto Egmont de las Islas Malvinas.


Sugerencias didácticas

La actividad del alumno sobre la propuesta «Diario del viajero» es una expansión de la Propuesta para el aula N° 6, elaborada dentro del Programa Nacional de Innovaciones Educativas. La misma tiene la intención de enriquecer esa propuesta y facilitarle al alumno los elementos necesarios para iniciar la escritura de los materiales dirigidos a producir una secuencia de jornadas de un imaginario diario de viaje.

Así, encontramos en la ampliación de esta actividad una serie de viajeros reales y ficcionales, con diferentes profesiones y distintos momentos históricos, como Marco Polo (explorador y comerciante), Antonio Pigafetta (explorador), Albert Durero (pintor), Neil Armstrong (astronauta), Alexander Von Humboldt (científico) y Luke Skywalker (héroe de ficción) que abrirán la consigna hacia distintas épocas, culturas, sociedades y acontecimientos históricos. A su vez, la vinculación con sitios de la red, que ofrecen distintos formatos de información (imágenes, cartografías, escritos), permite que los alumnos amplíen sus conocimientos y realicen lecturas, relecturas y reescrituras de distintos códigos (icónico, gráficos) y de distintos tipos de texto (narrativos, descriptivos, expositivos).

Es por ello que cada personaje está acompañado por una serie de insumos que organizan el proceso de planificación, textualización, revisión y reescritura del Diario del viajero, como biografías, escritos, mapas, retratos y autorretratos y fotos de lugares a los que el docente, durante la coordinación de la actividad, puede sumar otros materiales.

Finalmente, la secuencia de producción del diario de viajes es la que designa la Propuesta para el aula N° 6: 1- descripción del lugar, 2- Retrato, 3- Fragmento del diario de viaje (ver Polimodal, Propuesta para el aula , págs. 16, 17 y 18).

Nota: Agradecemos a Horacio Tignanelli la nota introductoria de esta propuesta.