Ilustración: Mariano Grynberg
¿Por qué esta propuesta?
Como uno de los propósitos de la Educación Física escolar es que los alumnos, a lo largo de
toda su escolaridad, desarrollen paulatina y adecuadamente sus capacidades motrices y corporales, para completar
realmente tal formación, será fundamental, además, que ellos aprendan a autogestionar tanto su
buen cuidado físico como una adecuada práctica deportiva o de actividades de movimiento a lo largo de
toda su vida? en función de una duradera y mejor salud.
¿Qué puede hacerse desde la escuela?
- Desde los docentes de Educación Física: actuar de un modo tal que los alumnos, ya desde los
primeros años participen con un buen nivel de apropiación y vayan tomando conciencia de los
beneficios de una vida físicamente cuidada y saludable desde una adecuada y consciente práctica
sistemática de situaciones de movimiento (expresivo, recreativo, deportivo, condicional).
- Sostener, desde todas las áreas y con coherencia, los mensajes respecto a la salud, hábitos y
cuidados.
- Implementar una campaña permanente sobre la mejora de la salud desde la amplia ejemplificación de
buenos hábitos y los beneficios que reportarán.
Es abundante el material bibliográfico respecto al entrenamiento de las capacidades condicionales o
deportivas, pero nosotros vamos a plantear una visión del entrenamiento o acondicionamiento físico
desde la perspectiva de la escuela como ámbito de socialización y desarrollo personal. Por ejemplo, en
las clases de Educación Física.
Para eso y gracias a su modo de planificar y dar las clases, junto a las diferentes actitudes y mensajes, los
alumnos se irán apropiando del concepto y seguramente lo adoptarán para sí.
¿Cómo? Concientizando el sentido de cada movimiento y de los cuidados a tener, apropiándose
del proyecto, aprendiendo a organizar un pequeño ciclo de autoentrenamiento que atienda los distintos
principios básicos del "entrenarse". Ellos son:
- de individualización: dado que las respuestas al entrenamiento son individuales, este deberá ser
elaborado teniendo en cuenta las necesidades y características de cada alumno;
- de continuidad: interestímulos, sin largos cortes temporales entre períodos activos y, a la vez,
dentro de cada sesión de trabajo, entre una carga y la siguiente;
- de progresión: hacia la intensidad de las cargas, la intensidad tiene relación con la capacidad
máxima de ejecución del individuo (velocidad, tiempo, peso);
- de alternancia: que deberá existir entre períodos de trabajo y de descanso y entre diferentes
tipos de trabajo dentro del plan de entrenamiento personal.
Otra variable a tener en cuenta es el volumen del entrenamiento. Está relacionado con el aspecto
cuantitativo de las cargas en el entrenamiento (kilómetros, número de repeticiones, tiempo de
duración de la actividad).
La propuesta que nosotros le acercamos tiene que ver con la elaboración de un programa de entrenamiento
personal (PEP) para cada alumna/o, que se sustente y se complemente con:
- la confección de fichas de evaluación y de seguimiento individual;
- la enseñanza de indicadores básicos que sirvan a los alumnos para poder autocontrolarse respecto
al desarrollo de su entrenamiento;
- eliminar la idea de la comparación y la competencia con otros, pero no con respecto a las distintas
etapas por las que atraviesa uno mismo.
Por intermedio de un hacer comprensivamente, procuraremos que en cada uno se vaya creando, poco a poco, la
conciencia sobre la necesidad de cuidar la salud y el propio cuerpo.
Llevar adelante un proyecto de estas características requiere un alto nivel de comunicación,
compromiso y trabajo mancomunado, en equipo, de todos los docentes de Educación Física de la
escuela.
Actividades sugeridas
- Al iniciar esta propuesta, tenga en cuenta que los alumnos deberán poseer el apto médico que
avale la introducción de esta forma de trabajo.
- Una vez tomada la decisión de implementarlo y seleccionados los distintos tesas de evaluación
para poder, a partir de ellos, elaborar los programas de entrenamiento personal (PEP), habrá que evaluar las
condiciones iniciales de los alumnos.
¿Cómo lo hacemos?
- Realizando un diagnóstico a través de tests que permitan evaluar diferentes aspectos de la
conformación físico-motora.
Algunos tests que podrá tener en cuenta son:
- Para calcular el máximo consumo de oxígeno del alumno mayor de 12 años: Test de Cooper
(no sirve como método de entrenamiento); también en este caso podrá usar el Test de Nabeta
u otros similares.
- Para medir la potencia aeróbica aláctica: carrera de 30 metros.
- Para evaluar la fuerza-resistencia de la musculatura abdominal: trabajo abdominal durante 60".
- Para testear la fuerza potencia del tren inferior se pueden realizar salto con dos pies sin impulso hacia
delante o saltar y alcanzar.
- Estableciendo los niveles de desempeño de cada alumno en cada test de los que usted seleccionó
para medir cada capacidad básica a trabajar.
Los resultados de los tests le posibilitarán organizar cada capacidad en tres niveles de rendimiento
(1, 2 y 3).
Como cada alumno tendrá distinto nivel en cada capacidad, podrá ocurrir que uno esté, por
ejemplo, en el nivel 1 en abdominales, en el nivel 3 en flexibilidad, en el 2 en fuerza de brazos, etc. Por ende,
habrá que brindar especial atención a la tarea que desarrollen en momentos de clases, para
cerciorarse de que lo hagan correctamente, sea con su orientación en las propuestas o en las
prácticas individuales, según el material que antes les haya brindado.
- Planteando un programa personal de trabajo-entrenamiento, tendiente al mejoramiento de los rendimientos
individuales en general y de los más necesitados en particular, tras una etapa inicial de muestreo y
enseñanza de la tarea.
A veces hasta pueden entregarse a los alumnos materiales con propuestas escritas por usted donde les indique
ejercicios a realizar para mejorar en cada instancia.
¿Cómo continuar?
- Realizando testeos periódicos, con intervalos adecuados, que proporcionarán tanto a los alumnos
como a usted una información bien actualizada.
- Redactando informes anuales que sistematicen toda la experiencia, con los datos de cada alumno y sus
conclusiones (del docente) para entregar al colega que reciba ese grupo al año siguiente.
- Enviando comunicaciones precisas, claras, periódicas, sobre el desarrollo del programa, tanto a la
dirección de la escuela como a los padres de los alumnos.
Para poner en marcha el proyecto es necesario comunicarlo a sus niños. En un material informativo para
ellos no debe faltar lo siguiente:
¿Qué es el PEP?
¿Qué beneficios podrá aportarte la práctica sistemática del PEP?
¿Cómo surge la dieta individual de trabajo que se te asignará paulatinamente?
¿Sabés cuántas veces por semana es necesario que realices tu dieta de ejercicios?
¿Dónde -además de las prácticas que realices en las clases de Educación
Física de la escuela- lo podés hacer?
¿Cuándo no debés entrenarte?
¿Qué actitudes deseamos que asumas?
Perseverancia. Compromiso. Autoorganización. Autocontrol.
Aspectos a tener en cuenta
Al programar y plantear un PEP se deben atender estas consideraciones:
- Como este trabajo-programa estará incluido en sus clases con cada grupo, planifique bien los tiempos que
le demandarán los testeos de toma de datos (cada vez que sea necesario) y las actividades organizadas, por
niveles de rendimiento que usted establezca, en cada capacidad condicional.
- Incluya el tiempo de entrada en calor más la recuperación post-esfuerzo.
- Tenga en cuenta que los alumnos deberán estar suficientemente informados sobre el PEP y enterados de que
las evaluaciones servirán como punto de partida y para ajustes paulatinos de las tareas que deberá
realizar cada uno.
- Como el nivel de rendimiento de cada alumno (post-testeo) puede ser diferente en cada ítem o capacidad
condicional, organice la clase en sectores de trabajo diferenciado, oriente y luego supervise la correcta
ejecución de cada ejercicio o movimiento.
- Efectúe, más allá de las tomas del testeo, prácticas adecuadas que sirvan
además de orientación y apoyo a la tarea que realizará luego, cada uno,
autónomamente.
- Ponga especial atención en el alumnado de menor rendimiento o con mayores dificultades, trabajando
cuerpo a cuerpo con ellos, aconsejándolos, corrigiéndoles los errores, felicitándolos por su
empeño o sus logro s, e instándolos a descubrir, disfrutar y optimizar sus posibilidades de nuevos
desafíos.
- Utilice todos los recursos técnicos que pueda tener a su alcance (gráficos, fotos, videos,
cámara de video familiar) para facilitar la mejor comprensión de cada uno.
- Analice la posibilidad de desarrollar y proponer planes alternativos, de manera experimental, para ampliar sus
posibilidades de llegada y acción con los grupos.
- En aquellas escuelas en que se pueda, trate de comenzar a aplicar un programa similar desde el Tercer Ciclo de
EGB, que luego se continúe con el del Polimodal de la misma institución.
- Es relevante destacar la importancia de no calificar a los alumnos por sus marcas y sí por su modo de
comprometerse con la tarea y por el aprovechamiento del proyecto en función de los beneficios que le
reporta.
- El PEP podría integrar, también, testeos deportivos.
- Importante: dése siempre el espacio de revisión del programa establecido y déle cabida a
las modificaciones que sean necesarias.
Año tras año seguramente tendrá variaciones que mejorarán su aplicabilidad y los
resultados.
Aportes sobre el tema
Blázquez Sánchez, D., La iniciación deportiva y el deporte escolar, Barcelona, Inde,
1995.
Platonov, V. N., El entrenamiento deportivo. Teoría y metodología, Barcelona, Paidotribo,
1999.
Ministerio de Educación
Programa Nacional de Innovaciones Educativas