Ilustración de la prueba de potencia "Saltar y alcanzar"

Ilustración: Mariano Grynberg

¿Por qué esta propuesta?

Como uno de los propósitos de la Educación Física escolar es que los alumnos, a lo largo de toda su escolaridad, desarrollen paulatina y adecuadamente sus capacidades motrices y corporales, para completar realmente tal formación, será fundamental, además, que ellos aprendan a autogestionar tanto su buen cuidado físico como una adecuada práctica deportiva o de actividades de movimiento a lo largo de toda su vida? en función de una duradera y mejor salud.

¿Qué puede hacerse desde la escuela?

  1. Desde los docentes de Educación Física: actuar de un modo tal que los alumnos, ya desde los primeros años participen con un buen nivel de apropiación y vayan tomando conciencia de los beneficios de una vida físicamente cuidada y saludable desde una adecuada y consciente práctica sistemática de situaciones de movimiento (expresivo, recreativo, deportivo, condicional).
  2. Sostener, desde todas las áreas y con coherencia, los mensajes respecto a la salud, hábitos y cuidados.
  3. Implementar una campaña permanente sobre la mejora de la salud desde la amplia ejemplificación de buenos hábitos y los beneficios que reportarán.

Es abundante el material bibliográfico respecto al entrenamiento de las capacidades condicionales o deportivas, pero nosotros vamos a plantear una visión del entrenamiento o acondicionamiento físico desde la perspectiva de la escuela como ámbito de socialización y desarrollo personal. Por ejemplo, en las clases de Educación Física.

Para eso y gracias a su modo de planificar y dar las clases, junto a las diferentes actitudes y mensajes, los alumnos se irán apropiando del concepto y seguramente lo adoptarán para sí.

¿Cómo? Concientizando el sentido de cada movimiento y de los cuidados a tener, apropiándose del proyecto, aprendiendo a organizar un pequeño ciclo de autoentrenamiento que atienda los distintos principios básicos del "entrenarse". Ellos son:

Otra variable a tener en cuenta es el volumen del entrenamiento. Está relacionado con el aspecto cuantitativo de las cargas en el entrenamiento (kilómetros, número de repeticiones, tiempo de duración de la actividad).
La propuesta que nosotros le acercamos tiene que ver con la elaboración de un programa de entrenamiento personal (PEP) para cada alumna/o, que se sustente y se complemente con:

Por intermedio de un hacer comprensivamente, procuraremos que en cada uno se vaya creando, poco a poco, la conciencia sobre la necesidad de cuidar la salud y el propio cuerpo.

Llevar adelante un proyecto de estas características requiere un alto nivel de comunicación, compromiso y trabajo mancomunado, en equipo, de todos los docentes de Educación Física de la escuela.

Actividades sugeridas

¿Cómo lo hacemos?

  1. Realizando un diagnóstico a través de tests que permitan evaluar diferentes aspectos de la conformación físico-motora.

    Algunos tests que podrá tener en cuenta son:

  2. Estableciendo los niveles de desempeño de cada alumno en cada test de los que usted seleccionó para medir cada capacidad básica a trabajar.

    Los resultados de los tests le posibilitarán organizar cada capacidad en tres niveles de rendimiento (1, 2 y 3).
    Como cada alumno tendrá distinto nivel en cada capacidad, podrá ocurrir que uno esté, por ejemplo, en el nivel 1 en abdominales, en el nivel 3 en flexibilidad, en el 2 en fuerza de brazos, etc. Por ende, habrá que brindar especial atención a la tarea que desarrollen en momentos de clases, para cerciorarse de que lo hagan correctamente, sea con su orientación en las propuestas o en las prácticas individuales, según el material que antes les haya brindado.

  3. Planteando un programa personal de trabajo-entrenamiento, tendiente al mejoramiento de los rendimientos individuales en general y de los más necesitados en particular, tras una etapa inicial de muestreo y enseñanza de la tarea.
    A veces hasta pueden entregarse a los alumnos materiales con propuestas escritas por usted donde les indique ejercicios a realizar para mejorar en cada instancia.

¿Cómo continuar?

  1. Realizando testeos periódicos, con intervalos adecuados, que proporcionarán tanto a los alumnos como a usted una información bien actualizada.
  2. Redactando informes anuales que sistematicen toda la experiencia, con los datos de cada alumno y sus conclusiones (del docente) para entregar al colega que reciba ese grupo al año siguiente.
  3. Enviando comunicaciones precisas, claras, periódicas, sobre el desarrollo del programa, tanto a la dirección de la escuela como a los padres de los alumnos.

Para poner en marcha el proyecto es necesario comunicarlo a sus niños. En un material informativo para ellos no debe faltar lo siguiente:
¿Qué es el PEP?
¿Qué beneficios podrá aportarte la práctica sistemática del PEP?
¿Cómo surge la dieta individual de trabajo que se te asignará paulatinamente?
¿Sabés cuántas veces por semana es necesario que realices tu dieta de ejercicios?
¿Dónde -además de las prácticas que realices en las clases de Educación Física de la escuela- lo podés hacer?
¿Cuándo no debés entrenarte?
¿Qué actitudes deseamos que asumas?
Perseverancia. Compromiso. Autoorganización. Autocontrol.

Aspectos a tener en cuenta

Al programar y plantear un PEP se deben atender estas consideraciones:

Año tras año seguramente tendrá variaciones que mejorarán su aplicabilidad y los resultados.

Aportes sobre el tema

Blázquez Sánchez, D., La iniciación deportiva y el deporte escolar, Barcelona, Inde, 1995.

Platonov, V. N., El entrenamiento deportivo. Teoría y metodología, Barcelona, Paidotribo, 1999.

Ministerio de Educación
Programa Nacional de Innovaciones Educativas