Chica frente a un helado

Los gustos unen y separan, los gustos clasifican. Muchas veces se definen por la negativa, es decir, por medio del rechazo de otros gustos. De este modo, los gustos también se convierten en disgustos, en hechos que producen en nosotros intolerancia hacia los gustos de los otros. Y todas estas idas y vueltas dan origen a las discusiones sobre los valores estéticos. Discusiones que son interesantes y legítimas pues los valores estéticos son controvertidos y no atentan contra los valores compartidos. Esto significa que no afectan nuestra convivencia y que, por lo tanto, pueden coexistir diferentes posiciones. Esta coexistencia de diferentes valores estéticos enriquece nuestra mirada sobre el mundo y la tolerancia en ese ámbito es necesaria y deseable.

Sin embargo, para poder generar esta actitud de tolerancia, es preciso profundizar sobre el modo como se construyen esos valores. Es razonable pensar que el gusto no es innato, sino un producto de la sociedad y de la cultura. Así, los gustos cambian a través del tiempo y de los lugares, se relacionan con las costumbres y los modos de vida construidos o adoptados por grupos y comunidades. Hoy, la difusión masiva de ciertos modelos a través de los medios de comunicación tiende a la homogeneización y la imposición de determinados gustos que aparecen así como los únicos legítimos y que se asumen como incuestionables.

Por otra parte, algunos gustos son usados para establecer distinciones sociales, por ejemplo, los que se relacionan con la elección de géneros musicales, comidas, deportes y vestimenta. Reflexionar sobre los aspectos que hacen a la construcción de nuestros gustos y sobre la incidencia que éstos tienen en el vínculo con los demás es una tarea importante a ser cumplida por la escuela en el marco de la Formación Ética y Ciudadana.

Propósito

Esta actividad busca promover en los alumnos la reflexión sobre las características de los valores estéticos y el papel de la sociedad en la conformación de los gustos y preferencias. De este modo, se procurará elaborar criterios que permitan ampliar la tolerancia dentro del grupo, aceptando las diferencias legítimas que existen entre las personas.

Desarrollo de la actividad

Para iniciar la actividad, le proponemos que presente a sus alumnos diálogos como los que ejemplificamos a continuación para que, en pequeños grupos, los chicos se encarguen de su representación.

  1. Aníbal. -¡Qué suerte!, en mi casa, hoy hay pastel de choclo para cenar, mi comida favorita.
    Marcela. -¡¡Puajjj!! ¿Cómo podés comer eso? Yo muero por las milanesas con papas fritas. ¿Ves?, eso sí que es una comida como la gente.
    Fernando. -¿Y qué? Yo soy gente y no me gusta nada de eso, a mí me encantan las pastas. Es tonto discutir, seguro que a cada uno le gusta algo diferente.

  2. Esteban. -¿Escuchaste el último de Charly? Es lo más grande que hay como cantante.
    Pablo. -Andá, vos no sabés nada, Charly ya fue, Fito es lo mejor, sin duda.
    Lucía. -Hablan como si no hubiera más cantantes, a mí me gusta Calamaro, y ni siquiera me importa si es bueno.

  3. Amalia. -Qué bien le queda a Julia esa remera roja con los jeans, ahora que adelgazó.
    Nora. -¿Cómo te puede gustar? Parece un semáforo. La que está lindísima es Inés, el pelo rapado le queda maravilloso.
    Mónica. -¿Qué te pasa? Ponete anteojos, no ves que está gordísima para usar ese peinado, el pelo largo por lo menos disimulaba los kilos de más.

Luego de observar cada una de las dramatizaciones, usted incentivará a los niños para que juntos inicien un debate, orientando la reflexión mediante preguntas como las que aquí le presentamos:

A partir de las ideas surgidas de este intercambio, usted podrá proponer a sus alumnos que realicen indagaciones en pequeños equipos sobre: a) gustos populares respecto de las comidas, en otros países o en diferentes regiones de nuestro país, b) cantantes y tipos de músicas preferidas durante la infancia o adolescencia de los padres o c) las modas y los modelos de belleza que eran comunes hace treinta o cincuenta años, entre otras posibilidades que pueden agregarse a partir de los temas surgidos del debate.

El resultado de las indagaciones podrá ser presentado por cada equipo al resto del grupo, usando para la exposición fotos, revistas, discos, etc. Finalmente, entre todos elaborarán conclusiones respecto de: los gustos y las épocas, los gustos y las regiones, los gustos y las clases sociales, los gustos y las generaciones, los gustos y los medios de comunicación, los gustos y las costumbres.

Cierre de la actividad

La actividad podrá finalizar con la elaboración de una "Declaración sobre gustos", en la que queden reflejadas las conclusiones del debate. Más tarde, servirá como un marco de referencia para tener en cuenta, ante posibles conflictos que se den dentro del grupo en relación con este tipo de valores controvertidos.

Sugerencias

Oriente el debate para dejar bien claro que no es posible ni necesario llegar a acuerdos en materia de gustos y que, en cambio, sí será importante llegar a un acuerdo cuando se trate de aspectos objetivamente evaluables (valor nutricional, calidad vocal, etc.) o de normas para el trabajo en común. Al mismo tiempo, le sugerimos que junto con los chicos llegue a individualizar cuáles son los factores sociales que actúan generando o imponiendo determinados gustos. Será importante que aporte diferentes informaciones, para complejizar y enriquecer la discusión. Le damos algunos ejemplos: