«La verdadera prosperidad de un pueblo, como la verdadera nobleza de los individuos, está basada en la educación».
Juana Paula Manso fue una mujer atípica y pionera que se adelantó a realidades que luego se iban a ir concretando. Fue traductora desde muy joven, periodista, escritora, pedagoga, feminista y una mujer que intervino activamente en política.
«Conozco que la época en que vivo soy en mi país un alma huérfana o una planta exótica que no se puede aclimatar».
Nació en Buenos Aires el 26 de junio de 1819 en el barrio de Monserrat.
Fue a la escuela Monserrat, aunque no se destacaba como buena alumna y acompañaba a su padre al café porteño La Victoria, donde recitaba odas patrióticas.
Balconada frente a la antigua plaza Montserrat (Lima y Belgrano), c. 1890 (AGN).
Su padre fue un andaluz llamado José María Manso y su madre una porteña, Teodora Cuenca.
En 1836 la familia Manso se trasladó a Montevideo.
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Luego, vivieron en Río de Janeiro, donde conoció a su marido con quien tuvo a sus dos hijas, Eulalia y Herminia. Durante su matrimonio vivieron también en Estados Unidos y Cuba.
Juana Manso regresó a Buenos Aires con sus dos hijas en julio de 1853.
Aquí escribió y dio clases particulares de inglés, francés e italiano, pero, al no poder sostener económicamente a su familia, se vio obligada a regresar a Brasil.
Finalmente, a mediados de 1859, regresó definitivamente a Buenos Aires, donde conoció a Domingo Faustino Sarmiento, tuvo una gran trayectoria como educadora y se convirtió en la primera mujer en ser funcionaria pública.
Juana Manso falleció en Buenos Aires el 24 de abril de 1875, fue sepultada en el Cementerio Británico y, en 1915, sus restos fueron trasladados al panteón de Maestros del cementerio de la Chacarita.
«Yo prefiero traducir porque mis ideas tal vez no tengan autoridad».
Desde muy temprana edad, Juana Paula se interesó en el estudio de idiomas y a los 14 hizo su primera traducción.
Dentro de su labor como traductora, encontramos obras como El egoísmo y la amistad o los defectos del orgullo, que su padre hizo imprimir bajo el seudónimo de Una joven argentina y Mambrogenia o la heroína de Grecia.
“Vosotras sois, queridas compatriotas, el objeto á quién dedico el débil ensayo de mis estudios; porque fue cerca de vosotras que gusté de esta é inocente distracción de la imaginación que al paso que contribuía á formar nuestra razón no inspira sentimientos tan nobles como generosos.”
Vuestra compatriota.
Juana Manso.
Tradujo varios escritos, entre ellos Las lecciones objetivas, de Norman Calkins; La libertad civil, de Francis Lieber; Naturaleza y valor de la educación, de John Lalor, Lecturas e informes, de Horace Mann y el reglamento de Bibliotecas de Nueva York.
Asimismo, tradujo al castellano sus propias obras escritas en portugués durante su estadía y exilio en Brasil.
«Quiero y he de probar que la inteligencia de la mujer, lejos de ser un absurdo o un defecto, un crimen o un desatino, es su mejor adorno, es la verdadera fuente de su virtud y de la felicidad doméstica porque Dios no es contradictorio en sus obras y cuando formó al alma humana, no le dio sexo».
Juana Manso fue una mujer de letras, a los seis años ya leía novelas y el periodismo, quizás, fue el pretexto para exponer sus ideas.
Comenzó como periodista cuando vivía en Montevideo, donde colaboró con los periódicos El Nacional y el Constitucional, y durante su estadía en Río de Janeiro fundó el periódico O jornal das Senhoras, el 4 de enero de 1852.
Inicia O Jornal das Senhoras. Modas, Litteratura, Bellas-Artes, Theatros e Critica con una serie de notas sobre la emancipación moral de la mujer.
«Es el conocimiento verdadero de la misión de la mujer en la sociedad; es el goce de los derechos que el egoísmo del hombre le niega. También tiene un alma otorgada por Dios y que el hombre le niega».
De nuevo en Buenos Aires, publicó artículos en el periódico La ilustración argentina, también sobre la emancipación de la mujer, y fundó Álbum de señoritas en 1854, con intención de réplica del que inició en Río de Janeiro aunque, esta vez, con su firma y no con un seudónimo.
Juana Manso encuentra en las letras a un gran aliado.
En Buenos Aires, escribió y publicó novelas literarias en formato folletín como La familia del Comendador y Los misterios del Plata.
En convergencia con su faceta de educadora, en 1859 comenzó a colaborar con los Anales de la educación común, creados por Sarmiento en 1858, hasta 1862 en que se discontinúan, y se retoman en 1865 bajo la dirección de Juana Paula Manso hasta el año 1875.
«Y llegará un día en que el código de los pueblos garantizará a la mujer los derechos de su libertad e inteligencia».
A través de sus obras se puede ver a la mujer feminista, una de las primeras de nuestro país. Por ejemplo, lo que tiene de interesante el Álbum de Señoritas es que Juana firma con su propio nombre y podría decirse que estas son experiencias pioneras que permiten llamarse feministas. Sus escritos son espacios de cuestionamiento a un estado de cosas que las mujeres tienen vedadas y no pueden acceder por ser netamente masculinas.
También se la considera feminista por su lucha por integrar a la mujer al mundo de la educación a través de la formación, impulsando la formación docente.
En la Argentina, la formación docente se institucionalizó en 1870, con la creación de la Escuela Normal de Paraná.
Autor: Mauricio Caminos. Fuente: https://commons.wikimedia.org
En noviembre de ese año, Juana comenzó con las conferencias para maestras y, en 1874, envió a la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires la Ley Orgánica de la Enseñanza Común en la que solicitó el profesionalismo, sueldos adecuados, apelaciones a las designaciones y vacaciones largas.
«La escuela es el secreto de la prosperidad de los jóvenes».
Tal vez una de las facetas más conocidas de Juana Manso es la de educadora, y no es para menos. Su legado fue de los más importantes y transgresores para la época, para las niñas y niños, para las mujeres y para la sociedad.
Fundó y dirigió escuelas, organizó los jardines de infantes, propuso la enseñanza disciplinar, fundó bibliotecas públicas, fue la mano derecha de Domingo Faustino Sarmiento y la primera mujer en ocupar un cargo público.
Se podría decir que emprende su labor pedagógica en Montevideo cuando, en 1841, fundó el Ateneo de Señoritas, una escuela para niñas, que funcionaba en dos habitaciones de su casa. También fue nombrada directora en su retorno a Montevideo en 1844. Pero es en nuestro país donde fue tras su gran utopía.
En su regreso definitivo a Buenos Aires conoció a Domingo Faustino Sarmiento, quien vio en ella una oportunidad para llevar adelante las reformas educativas que quería aplicar después de su viaje a Estados Unidos.
En 1859, Sarmiento la nombró
Juana Manso tuvo una gran labor en la educación. Fue partidaria de la eliminación de los exámenes y los castigos físicos, promovió la incorporación de la
En 1870, con la colaboración de la educadora norteamericana Mary Mann, organizó los jardines de infantes, introdujo los juegos, los recreos y la educación física, con lo que se ganó la antipatía de muchas mujeres y hombres.
Juana Manso fue una gran militante y luchadora que promovió la profesionalización docente y la enseñanza disciplinar, entre tantos otros legados que dejó a la educación argentina.
Cuando en 1870 se institucionalizó la formación docente con la creación de la Escuela Normal de Paraná, la Manso (como solían referirse a ella) inauguró las conferencias para maestras.
Luego, en 1874 se atrevió a enviar a la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires un proyecto de Ley Orgánica de la Enseñanza Común, en la que solicita el profesionalismo de la docencia, sueldos adecuados, vacaciones y eliminación de exámenes, entre otras cosas.
Como si fuera poco, esta mujer daba conferencias, cuando el espacio público era solo para los hombres, exigía libros, levantaba la voz para defenderse y fue la primera mujer que ocupó un alto cargo, cuando el 29 de mayo de 1871 el ministro Avellaneda la nombró para conformar la Comisión Nacional de Escuelas.
«Cada uno es lo que es, y no lo que debiera ser».
La tecnología al servicio de una educación inclusiva y de calidad.
Queremos retomar las mejores prácticas de los programas antecesores, con un modelo que recupere los aprendizajes realizados, incorpore los nuevos enfoques y considere los desafíos actuales.
Teniendo en cuenta la situación de emergencia económica del país, diseñamos un abordaje sistémico, con foco en las principales prioridades. Luego, la pandemia, el aislamiento social, preventivo y obligatorio y el cierre de las escuelas trastocaron el escenario y pusieron en evidencia de manera aguda, las conocidas desigualdades y emergencias del sistema educativo.
Por ello, se realizará entrega de equipamiento y conectividad a las escuelas, pero también, y en etapas, a los estudiantes y docentes que no pueden acceder a una computadora individual, acompañándolos en el proceso con guías didácticas, recursos educativos libres y formación para docentes y directivos.
No es un modelo 1 a 1 en el sentido estricto del término. Habrá computadoras en todas las escuelas, y los chicos que tengan una computadora podrán o no llevarla a la clase.
Es un modelo que apuesta a la renovación de las prácticas de enseñanza orientadas desde el diseño de las políticas públicas y no como un emergente de la tecnología en el aula.
La iniciativa es una propuesta socioeducativa, que posibilita la alfabetización y la inclusión digital de todos los integrantes de las familias.
Area, L. (enero-junio, 1997). El periódico álbum de señoritas de Juana Manso (1854): una voz doméstica en la fundación de una Nación. Revista Iberoamericana, LXIII, (178-179), pp. 149-171.
Canal Encuentro. Capítulo 1. Mujeres Pioneras.
De Giorgio, M. Juana Manso.
El Nivel Inicial en el Sistema Educativo Argentino. Servicios ABC.
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Manso, J. P. (1854) Álbum de señoritas, I (1). Buenos Aires.
Manso, J. P. (1881). Compendio de la historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata: desde su descubrimiento hasta el año 1874. Buenos Aires: Librería Universal.
Comenzó a colaborar en 1859 hasta 1862 que dejan de aparecer. En 1865 reaparecen bajo su dirección hasta su muerte en 1875 (segunda época).
Anales de la educación común, Vol. II, Buenos Aires, 1860.
Anales de la educación común, Vol. IV, Buenos Aires, 1866.
Anales de la educación común, Vol. V, Buenos Aires, 1867.
Anales de la educación común, Vol. VII, Buenos Aires, 1869.
Anales de la educación común, Vol. IX, Buenos Aires, 1870.
Anales de la educación común, Vol. X, Buenos Aires, 1871.
Agradecemos al Archivo histórico de Canal Encuentro y especialmente la colaboración de Diego Dorado y de María De Giorgio.
Educ.ar Sociedad del Estado
Investigación: Betina Lippenholtz
Contenido: Mayra Botta y María Laura Costilla
Corrección: Verónica Ruscio
Desarrollo:
Ministro de Educación: Nicolás Trotta
Gerenta General de Educ.ar S. E.: Laura Marés
