Carlos Gorriarena con sus pinturas

Carlos Gorriarena en su taller, octubre de 2000.

Carlos Gorriarena es porteño y tiene 75 años. Cuenta que cuando era chico -ocho o diez años- no era un genio dibujando. Hacía garabatos como cualquiera a esa edad. Años después descubrió su vocación. Estudió en la Escuela de Bellas Artes, conoció a artistas argentinos de la talla de Antonio Berni , y pudo acceder a la obra de Picasso , Modigliani y muchos otros artistas que revolucionaron la forma de pintar, ver y dibujar. En el presente reportaje Gorriarena habla de sus comienzos en el oficio, brinda consejos útiles para los que se animan con los pinceles y comparte su experiencia como docente en su mítico taller del barrio de San Telmo.

Carlos Gorriarena no anda con vueltas. En su taller, se apresura a aclarar que cualquier persona puede ser artista, si se lo propone. Dice que no importa quién sea el aprendiz ni qué material use: con un lápiz basta, y si no, pueden utilizarse pinceles, trapos, manos, gomas, pies. Cualquier cosa sirve para hacer arte.

Gorriarena se dedicó, durante varias décadas, a ilustrar el poder en todas sus formas: político, social, artístico. El pintor y dibujante no se queja de su suerte: recibió importantes premios en el ámbito municipal y nacional que le permiten sobrevivir, enseña su arte a un grupo privilegiado de alumnos y alumnas, y de vez en cuando vende alguno de sus gigantescos cuadros.

Cuando se le pregunta si se puede ser pintor sin saber dibujar, es categórico: "no se puede ser pintor sin establecer relaciones determinadas de forma y espacio". A Gorriarena le parecen interesantes las posibilidades que brinda el arte digital, pero prefiere sus telas y sus tarros de pintura. Y mientras prepara una retrospectiva de su obra para presentar el año que viene, dice que es feliz con lo que hace y con lo que sueña.

Convertirse en artista

Pinceles y pinturas

Materiales del pintor.

-¿Pintaba bien cuando era chico?
-Como todos los chicos: nada demasiado interesante. Mi hogar era de un nivel cultural más bien bajo. Mi madre tenía un hermano que murió muy joven de tuberculosis y que pintaba. Eso tal vez influyó. Mi vieja puso todo su deseo artístico en mí y bueno, así empecé.

-¿Fue primero dibujante y después pintor?
-Todo a la vez. Dibujaba con lápiz, plumines de tinta china, carbonilla y también con pinceles, por supuesto.

-¿Dónde estudió?
-A los 18 años fui a la Escuela de Bellas Artes en Buenos Aires. Ahí me hice de buenos amigos y tuve profesores extraordinarios, como Antonio Berni y Lino Enea Spilimbergo . Cuando ellos se fueron de la escuela, yo también me fui. Había mucha mediocridad, y yo me aburría. Así que empecé a buscar mi propio camino, mi estilo, mi forma particular de hacer arte. Tenía una buena base como para empezar.

-¿Cuándo sintió que se había convertido en un artista?
-Eso no es fácil de establecer, del mismo modo que no es nada fácil ser artista en un país como la Argentina. Existieron muchas dudas, muchas indecisiones, muchas crisis, antes de largarme. Tuve además dos grandes paréntesis: entre los 26 y los 28 años dejé de pintar para hacer política; después, a los cuarenta, volví a colgar los pinceles por un tiempo. Al margen de esas dos interrupciones, creo que pinté siempre. Vivo como vive un artista en un país que no es central: tengo dos subsidios por premios recibidos, vendo de vez en cuando algún trabajo, no más que eso.

-También enseña...
-Sí, pero eso no debería ser obligatorio. Un artista no tiene por qué tener capacidad ni deseos de enseñar nada. Mi amigo Yuyo Noé [el pintor argentino Luis Felipe Noé ] tiene esa virtud, creo que yo también la tengo. Pero uno podría ser un gran artista, ser un grande, sin recibir premios, ni ser entrevistado, ni ser famoso ni vender un solo cuadro, como le pasó a Vincent Van Gogh .

-¿Qué hizo cuando dejó la Escuela de Bellas Artes?
-Pinté mucho. Alquilé un taller con unos amigos; estaba situado en un sótano, debajo de un café; trabajamos un tiempo con modelo vivo.

-¿Se enamoró de la modelo?
-No, pero fue casualidad.

Con un lápiz alcanza

Carlos Gorriarena en su taller

Carlos Gorriarena en su taller, octubre de 2000.

-¿Cómo son sus clases?
-Me parece que no hago todo lo que se debe hacer. Yo enseño para novatos o para gente muy experimentada, los dos extremos. Siempre parto de lo que cada uno quiere expresar y recién después aconsejo una metodología de trabajo.

-¿Sirve la pintura para conocerse a uno mismo?
-Creo que sí, al menos todos los psicólogos la recomiendan como terapia. Pero, a veces, pienso que el arte sirve, más que para conocerse a sí mismo, para conocer el mundo. Lo principal, a la hora de aprender, es no partir de esquemas académicos.

-¿Qué otros consejos le daría a un aprendiz de artista?
-Le diría que, fundamentalmente, hay que empezar a trabajar. También es necesario que vea mucha pintura, que lea todo lo que se escriba sobre el tema, que se acerque a un buen maestro que lo guíe por este arduo camino.

-Para pintar, ¿hay que tener mucha experiencia previa?
-No, en absoluto. Un 40% de mis alumnos carece de ella. Yo les digo siempre: "tírense a la pileta, entren por cualquier puerta... pero entren".

-¿Aconseja para empezar el uso de algún material determinado?
-No, simplemente les digo a mis alumnos que usen el material con el que se sientan más cómodos. Pueden usar pinceles, carbonilla, plumas, dedos, trapos, gomas. A veces, un simple lápiz alcanza para expresarse en profundidad.


-¿Qué materiales usa usted?

-Yo pinto con acrílico. Pero respeto mucho el óleo: es una maravilla. El problema con el óleo es que se parece a una mujer victoriana: si no la respetás se te pianta... El óleo seca de afuera hacia adentro y es un material muy noble. Pero en contacto con el aire craquela , o sea, se quiebra. Por eso elijo el acrílico.

De pintores y marchands

Carlos Gorriarena pintando

Gorriarena en acción.

-¿Se siente un pintorabstracto o figurativo ?
-Yo soy, por completo, figurativo. Pero eso no significa que tenga algo en contra del arte abstracto. Incluso en mis gustos personales es posible ver que no tengo prejuicios al respecto. Uno de mis artistas preferidos, por caso, es el abstracto ruso Wassily Kandinsky . No me gusta tanto, en cambio, el figurativo austríaco Egon Schiele.

-Debe tener su galería de preferidos.
-Sí, claro. Pero son muchos. En la lista incluiría a los grandes coloristas de los últimos doscientos años, como por ejemplo Henry Matisse . También a los argentinos Jorge Demirjián y Antonio Berni. Y, por supuesto, a Yuyo Noé [el artista Luis Felipe Noé].

-¿Hay que ser un poco torturado para ser artista?
-No sé si hay que serlo, pero si uno se pone a leer las biografías de muchos artistas, desde Van Gogh para acá, se va a encontrar con que, por lo menos, se trata de gente enojada con el mundo, algo solitaria, bohemia, desesperada. Eso no lo inventé yo.

-¿Pertenece también a ese grupo?
-No lo sé, en todo caso puedo asegurar que hay algunos aspectos de la vida que son maravillosos, en tanto que hay otros que no lo son tanto. No sé si se puede decir que estoy enojado con el mundo. No pienso tampoco que, desde la pintura, se pueda cambiar el mundo. Eso se pensaba antes y no le hizo mucho bien al arte, en general. Eso no quiere decir que un artista no pueda tener su posición ideológica, su visión de las cosas.

-Usted ha criticado mucho el poder.
-Sí, lo hice desde mi pintura y desde mi vida. Creo, en tal sentido, que sigo siendo un poco anarco, pero bueno, ¿quién no tiene algún defecto? Yo no vivo tranquilo si no me cuestiono cosas.

-¿Se siente cómodo en el mundo de las galerías, los marchands, el negocio del arte en general?
-Ni cómodo ni incómodo, directamente trato de ignorarlo. Raramente voy a las inauguraciones, por ejemplo. Voy, eso sí, a ver pintura cada quince días. Me doy una vuelta por las galerías, sobre todo en los horarios en que sé que no voy a encontrar a ningún conocido. Tampoco hay que pensar que me la paso viendo cuadros. La pintura, como espectáculo, usualmente me aburre. Por lo demás, en el arte siempre existió una cosa medio frívola, como en la moda; y bueno, hay que aprender a convivir con eso. Con los marchands... directamente no tengo contrato. Lo tuve y lo abandoné, con un señor que actualmente está vendiendo mis obras a mitad de precio.

Vivir para descubrir

Fotografía de Carlos Gorriarena

Carlos Gorriarena, octubre de 2000.

-¿Se considera pintor o dibujante?
-Ésa es una falsa alternativa. Ningún pintor puede mantenerse al margen del dibujo o de una relación clara de forma y espacio. De hecho, para un estudiante sería aconsejable primero entrar en contacto con las formas y, recién después, ir al color. En cuanto a mí, siempre me expresé mediante el dibujo. El primer fascículo que se publicó sobre mi obra, además, fue en mi rol de dibujante y no de pintor. Siempre se parte de una forma. El color es lo de menos.

-¿Por qué sus cuadros son tan grandes?
-No sé explicarlo. Debe ser un problema generacional. Todos los artistas de mi generación pintamos en gran tamaño. No se vaya a creer que queremos competir con los muralistas mexicanos. No es mi intención, al menos.

-¿Busca algo cuando pinta?
-Yo podría decir, como Picasso, que, más que buscar, encuentro. Creo que fue Lacan el que dijo que uno busca siempre lo que conoce y encuentra lo que no conoce. A veces pongo un violeta, queriendo poner un amarillo, y ahí se produce, no sé cómo decirlo: una especie de iluminación íntima. Siento de pronto que ese violeta va mejor, y entonces, cuando eso funciona, cuando me cambian todos los planes, bueno, siento que voy por buen camino.

-¿Siente que tiene mucho por descubrir todavía?
-Por supuesto que sí, lo contrario sería estar muerto. Ahora tengo 75... pero pienso vivir lúcido, por lo menos, hasta los 94 años.

-¿Por qué justo hasta esa edad?
-Tiene que ver con un cuadro que pinté una vez y que se titula Autorretrato imaginario para mis 94 años de edad. Ahí me veo solo, junto a una pileta de natación, acompañado solamente por un perro.

-¿La pintura sirve para algo?
-Si hablamos de "servir" en el sentido de "solucionar", no sirve. No creo, como sí creía Berni, en la función social del arte. Creo, sí, en la fuerza expresiva de la pintura. En ese punto no hay con qué darle.

Nota biográfica

Gorriarena, Carlos

Nació en diciembre de 1925 en Buenos Aires. Dibuja y pinta desde chico. En 1986 la Memorial Fundation, radicada en Nueva York, le otorgó la beca John Simon Guggenheim. En 1992 recibió el premio Konex de artes visuales; en 1995 expuso sus obras en la Trienal de Milán, en Italia. La pintura de Gorriarena, de tendencia expresionista, no desecha el realismo que alude a la crítica social. Sus cuadros presentan imágenes de hombres y mujeres angustiados, de personajes que evocan a políticos ricos y corruptos que, bajo la mirada irónica del artista, pueden resultar casi grotescas. En el 2000, Gorriarena está preparando una retrospectiva completa de su obra que se va a exhibir a mediados del 2001.

Notas

Arte abstracto/ Arte figurativo

La oposición entre arte abstracto y figurativo dio lugar a mediados del siglo XX a enconos y enfrentamientos entre los adeptos a estas dos perspectivas. La abstracción, como corriente artística, es muy posterior a la figuración: se inició en los primeros años del siglo pasado. Para los partidarios de esta corriente, la realidad es únicamente una referencia: no representan seres ni objetos, ni su obra remite a formas reconocibles o figuras visuales concretas. En el arte figurativo, en cambio, los artistas representan los modelos del mundo exterior, imitando formas y figuras de la realidad.
En los últimos años, la oposición arte abstracto/arte figurativo dejó de ser tan importante. Si bien los partidarios de la abstracción consideraban que el artista debía apoyarse sólo en la realidad producida por su vivencia original como creador, este principio no excluía a los figurativos, así como tampoco lo hacían otros enunciados del arte abstracto, que fueron asimilados en los últimos años por los artistas figurativos.

Berni, Antonio

Pintor argentino contemporáneo (1905-1981). Es el mejor exponente de la denominada "pintura social". Se popularizó con la famosa saga de Juanito Laguna y Ramona Montiel. En los cuadros de Berni aparece retratada la vida en los barrios pobres de las afueras de Buenos Aires y del interior. Berni pintó los sueños de los chicos de la calle, la miseria iluminada por un mundo onírico y sensual. Con frecuencia utilizó en sus obras elementos de desecho, como sogas, huesos, arena y chapa. Berni es el referente de la generación de pintores argentinos a la que pertenece Carlos Gorriarena.

Craquelar

Término propio de la jerga de los pintores, hace referencia al resquebrajamiento de la pintura como resultado del paso del tiempo o por efecto de fenómenos químicos. Es equivalente a la quebradura o el agrietamiento de las telas, los que se producen cuando estas últimas entran en contacto con el aire.

Demirjián, Jorge

Pintor argentino contemporáneo, nacido en 1932. Se inició en la música y a partir de 1954 se volcó de lleno a las artes plásticas. Desde 1962 definió claramente su estilo como expresionista. Realizó pinturas de grandes dimensiones con temas de figuras en movimiento. En 1963 obtuvo el primer premio del Salón Nacional de Artes Plásticas; entre 1976 y 1979 se radicó en Europa. Entre sus obras pueden mencionarse El artista, Situación insólita, Situación urbana.

Kandinsky, Wassily

Pintor ruso naturalizado francés (1866-1944). Junto con Franz Marc fundó el movimiento Der Blaue Reiter en 1911, año en que pintó sus primeras obras abstractas. Profesor en Moscú y luego en Dessau, en 1933 se instaló en París huyendo del nazismo. Escribió dos influyentes obras teóricas: Lo espiritual en el arte y Punto y línea sobre el plano.

Lacan, Jacques

Psicoanalista francés (1901-1981). Continuador de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, revisó algunos de sus conceptos bajo la influencia del estructuralismo y la lingüística, disciplinas que conoció a través de Claude Lévi-Strauss y Ferdinand de Saussure. Fundó la Sociedad Francesa de Psicoanálisis, La Escuela Freudiana de París y la Escuela de la Causa Freudiana. Uno de sus trabajos, Fase del espejo en el desarrollo del yo, es considerado como una de las grandes contribuciones a la ciencia psicoanalítica y, también, al campo de la clínica psiquiátrica.

Marchand

Persona que comercia cuadros u obras de arte.

Matisse, Henry

Pintor francés (1869-1954). Se caracterizó por la simplicidad de formas y un manejo singular del color. Inicialmente pasó por distintas fases, como el cubismo, el divisionismo y el impresionismo. Después se volcó a una pintura plana, muy despojada. Algunas de sus obras son El viejo molino, Naturaleza muerta con duraznos y Desnudo de espaldas acostado. "Para mí la naturaleza está siempre presente -dijo una vez-. Recibo tanto de ella como del amor."

Modigliani, Amadeo

Pintor, dibujante y escultor italiano (1884-1920). A partir de 1906 se instaló en París. Su escultura estuvo influida por el arte arcaico griego y el africano. En su obra pictórica se observa un sutil manejo del color; está compuesta, en general, por figuras alargadas, leves y misteriosas. Modigliani tuvo una vida tormentosa y difícil, como la mayoría de los pintores de su época.

Noé, Luis Felipe

Pintor, dibujante y escritor argentino, nacido en 1933. Ha sido una figura destacada del movimiento de la Nueva Figuración, que integró junto con Rómulo Macció, Ernesto Deira y Jorge de la Vega. Admirado maestro de pintores (noveles y experimentados), su obra se caracteriza por la ruptura del orden y las normas compositivas, y por la fragmentación de la imagen, en la búsqueda de la representación de una realidad caótica y fragmentada.

Picasso, Pablo

Pintor, escultor, dibujante y grabador español (1881-1973). Sus primeros cuadros datan de cuando tenía apenas doce años. Los críticos reconocen en su obra varios períodos: el rosa, el azul, el africano, el cubista, el surrealista, etc. El gran artista español explicaba que, más que de períodos, se trataba de estados anímicos diversos que muchas veces coexistían. En 1907 realizó, bajo la influencia de Cézanne, la escultura negra y el arte primitivo, la obra titulada Las señoritas de Avignon, que fue considerada un anticipo del cubismo. En 1937, en tiempos de la Guerra Civil Española, pintó Guernica, gran obra de protesta contra el fascismo. Su Paloma de la paz ha quedado como símbolo imperecedero del espíritu pacifista y antibelicista que lo animaba.

Schiele, Egon

Pintor austríaco (1890-1918). Sus dibujos y acuarelas tuvieron al desnudo femenino y masculino como tema casi excluyente; si bien Schiele pintó también paisajes, ciudades y flores, a la manera de su admirado Vincent Van Gogh. Discípulo de Gustav Klimt, Schiele se sirvió del expresionismo para plasmar, a través del erotismo desenfadado de sus pinturas, su personalidad torturada y conflictiva.

Spilimbergo, Lineo Enea

Pintor argentino (1886-1964). Pintó enormes murales y óleos. Transitó por el surrealismo y, en su paso por Italia, quedó deslumbrado por el legado que dejó allí el Renacimiento. Niños, Descanso y Paisaje -entre otras obras clásicas- nos presentan a un pintor muy personal, con una gran preocupación social. Sus rostros, de ojos gigantescos y rasgos muy marcados, han dejado una fuerte huella en la pintura argentina. Entre sus discípulos o continuadores actuales, el pintor más próximo a su estética es, sin duda, el argentino Carlos Alonso.

Van Gogh, Vincent

Pintor y dibujante holandés (1853-1890). En un principio utilizó en sus pinturas colores oscuros y sobrios, pero al vincularse con el impresionismo y el arte japonés, sus cuadros se volvieron luminosos y transparentes, con predominio de los amarillos, verdes y azules intensos. Creador prolífico, Van Gogh vendió un solo cuadro durante su vida; hoy sus obras se cotizan a precios millonarios. El legado ideológico y estético de este gran artista quedó registrado en el libro Cartas a Théo, en el que se publica el rico intercambio epistolar entre el artista y su hermano, quien en todo momento contribuyó al sostenimiento económico del pintor. Van Gogh se suicidó de un tiro en el pecho en el mes de julio de 1890.

texto: Luis Gruss
fotos: Alejandra López
edición: Ana Mosqueda