Ilustración: Gustavo Damiani
¿Por qué esta propuesta?
Los juegos de relevos -o de postas- son muy empleados en las clases de Educación Física.
A través de los años y de la observación práctica, vemos que si bien son juegos muy
sencillos, se cae habitualmente en una serie de errores u omisiones que atentan contra la actividad misma.
Este tipo de juego para llevarse a cabo necesita del cumplimiento de determinadas pautas: quienes participan en
él, tienen que esperar turno, actuar sólo cuando les corresponde, tratar de coordinar las acciones con
otro compañero y con la mayor celeridad posible, y tener sentido de equipo.
Hay opiniones encontradas respecto a estos juegos. Creemos que, propuestos en su medida justa y atendiendo los
aspectos que aquí ofrecemos, pueden resultar óptimos, incluso para ser trabajados desde el primer
nivel.
Actividades sugeridas
- Para mantener la buena atención y la dinámica de juego, recomendamos tener en cuenta algunas
cuestiones al programarlos:
- Distribuya los niños en muchos equipos de pocos integrantes.
- Proponga acciones simples, seguras y que todos dominen. Le recomendamos no incluir destrezas gimnásticas
ni acciones que requieran detalles técnicos muy precisos o que generen riesgos innecesarios.
- Fíjeles recorridos de distancias cortas (suficientemente cortas).
- Programe el juego de manera que el tiempo de espera de cada alumno sea más corto que su
acción.
- No complejice porque sí, innecesariamente. Lo rebuscado no es sinónimo de adecuado, de mejor ni
de atractivo.
Le proponemos esta secuencia para lograr la mecánica del relevo continuado:
- Distribuya los equipos al azar: reparta papeles de colores, objetos pequeños o tarjetas con figuras de
animales, etc., y haga que los alumnos que coinciden se encuentren.
- Una vez establecidos los grupos, fíjeles una tarea para realizar una vez a cada uno, organizados
espacialmente a gusto. Luego analizarán lo acontecido. Las tareas pueden ser, por ejemplo, dar tres saltitos
en el lugar, con los pies juntos, y habilitar al compañero siguiente tocándole una mano,
señalándolo con un dedo de la mano, entregándole una tira de género, etc.
- Después se distribuyen todos los grupos en hileras (uno detrás del otro), a partir de una
línea de partida y con el mismo frente. Juntos van trotando hasta una marca y regresan al punto de partida.
Es interesante que los alumnos, en este punto, comprendan que la tarea propuesta se llevará a cabo sin
acentuar la competencia entre ellos.
- Sale un integrante de cada equipo por vez, cuando le toca: esto significa que lo hará cuando usted
dé la señal para cada salida, no uno detrás del otro. Pruebe con cada uno de los equipos para
comprobar que han comprendido las reglas del juego.
- Sin apresurarse, que lo hagan de a uno por vez, llevando en su mano un trozo de madera (o un objeto similar)
que sea adecuado para ser manipulado por los niños. Cuando regresan al punto de partida, pasan el objeto al
compañero siguiente para que realice la acción propuesta.
- ¿Podrán terminar de hacerlo, una vez cada uno, antes de que el profesor llegue caminando, como en
cámara lenta, hasta un lugar prefijado? Cuando reciben la señal para comenzar, cada grupo entra en
acción, y usted inicia su 'caminata lunar'.
¿Todos los equipos pudieron ganarle al docente? Invente otra forma 'temporal', externa a los grupos,
para jugar con variantes sin generar dudas.
- Carrera de los sombreros o las gorras. A una orden dada por usted, cada integrante de los equipos -a su turno-
tiene que correr a la mayor velocidad posible para cumplir la tarea prevista y, al regresar al punto de partida,
entregarle el sombrero o la gorra al compañero que sigue, quien no puede salir sin tenerlo bien puesto.
- Piense otros juegos de relevos para jugar en parejas, en equipos de tres o más alumnos (siempre en
pequeños grupos). ¿Qué consignas les daría?
Éstas son algunas de las propuestas que le sugerimos trabajar. Pruebe todas las ideas que a usted le
parezcan interesantes para juegos de relevos simples o complejos, continuados o no, siempre atento a lo planteado
en relación con el cuidado de la propuesta y su puesta en práctica.
Aspectos a tener en cuenta
- Proponga una gran variedad de juegos para que los relevos no sean la única propuesta de una clase.
- Es muy importante su actitud frente al juego y, en consecuencia, frente a la competitividad que puede
generarse. Evite situaciones que enfrenten al grupo aunque sea en forma jugada.
- Busque elementos que sean aptos para ser fácilmente tomados y transportados y que no presenten riesgos
en su manipulación.
Aportes sobre el tema
Döbles, E. y Döbles, H. Manual de juegos menores. Stadium, Buenos Aires, 1981.
Ministerio de Educación
Programa Nacional de Innovaciones Educativas