Mariette Albeck es una importante arqueóloga que trabaja en la provincia de Jujuy (Argentina). En esta nota, Mariette presenta algunas características de los indígenas del noroeste argentino conocidas a partir de investigaciones arqueológicas. Además, nos cuenta acerca de su experiencia como investigadora y nos informa sobre la marcha de los trabajos de los arqueólogos en la región.

Muchos grupos diferentes

-¿Cuáles eran y qué características tenían las culturas que habitaban el noroeste argentino (NOA) antes de la llegada de los españoles?
-En la zona serrana del NOA los principales grupos fueron los diaguita, que habitaron desde lo que hoy es el norte de San Juan hasta Salta. Los diaguitas tenían una lengua común, con diferentes variedades dialectales. En la Quebrada de Humahuaca habitaban los omaguaca, que tenían una lengua diferente, que todavía no se conoce con exactitud. En la Puna de Jujuy encontramos otros grupos que también tenían una lengua propia, los casabindo y los cochinoca . Finalmente, también eran un grupo importante los chicha, en el extremo norte de la Puna, en las localidades de Yavi y de Santa Catalina.
Numéricamente, los diaguita fueron el grupo más importante, aunque la cantidad de población aborigen en el NOA es un tema controvertido. Varias circunstancias de distinto tipo hacen difícil llegar a alguna conclusión sobre este tema: en primer lugar, el NOA era un área marginal respecto de los Andes centrales en el momento de la conquista; por otra parte, la rebelión de los grupos aborígenes contra los españoles -que en el caso de algunos grupos diaguitas duró más de un siglo- y la escasez de estudios de demografía prehispánica desde la arqueología hacen difícil dirimir el tema.

Croquis del norte argentino

En este croquis observamos la ubicación de algunos de los lugares mencionados en el texto.

-¿Cómo era, a grandes rasgos, la organización social de los grupos del NOA?
-Todos los grupos estaban al mando de un curaca o cacique, que resolvía asuntos de la sociedad y también representaba a los habitantes frente a los demás grupos. No conocemos más detalles porque las fuentes históricas sobre el NOA son sumamente parcas, es decir, no permiten extraer mucha información.

Foto del pueblo Casabindo

Éste es el pueblo de Casabindo en la actualidad, en la provincia de Jujuy (Argentina). Lleva el nombre de los aborígenes del lugar. En este pueblo -que, como vemos, es muy pequeño- existió en el siglo XVII un "pueblo de indios", que nucleaba aborígenes para que trabajaran en las minas. El edificio blanco que se destaca es la iglesia de la Asunción, construida a fines del siglo XVIII.

Foto del pueblo Santa Catalina

Ésta es una vista de Santa Catalina, en la que se observa su iglesia, con una sola torre. En el área donde se encuentra la localidad de Santa Catalina vivían los chicha. Durante la Colonia, Santa Catalina se desarrolló como pueblo minero.

Sobre lenguas indígenas

-¿Qué lenguas hablaban los indígenas del NOA? Tomemos, por ejemplo, los omaguaca: ¿quedan rastros de su lengua?, ¿se sigue hablando en la actualidad?
-No se sabe qué lengua hablaban los omaguaca. Algunos opinan que hablaban quechua, pero eso recién pudo ser después de la conquista incaica , porque el quechua era la lengua de los incas. Otros opinan que hablaban el aymara, pero no hay demasiadas pruebas de esto. Por ejemplo, una forma de investigarlo es rastrear los topónimos de la zona donde habitaron los grupos. Pues bien, en la zona de la Quebrada casi no han perdurado vocablos aymara en forma de topónimos . Finalmente, otros estudios señalan que los omaguaca tenían una lengua afín a la hablada por los chicha del sur de Bolivia. Sin embargo, también se discute qué hablaban los chicha. Algunos opinan que era el aymara, pero otros creen que tenían una lengua particular.
En resumen, no hay registro sobre la lengua de los omaguaca. Seguramente desapareció poco después de la llegada de los españoles y fue reemplazada por el quechua, que es probable que ya fuera hablado por parte de la población a causa del contacto con los incas.

Vegetales y carne de llama

-¿Cómo estaba constituida la alimentación básica de los habitantes del NOA antes de la llegada de los españoles?
-Se alimentaban principalmente de maíz, papas, porotos, ají y zapallo, además de otros vegetales menos conocidos como la quinoa y la papa lisa. También consumían carne de llama.

Foto de la puna

En la Puna, actualmente, es posible observar rebaños de llamas y otros camélidos americanos.

-¿Es posible saber si la dieta era buena o si tenía carencias?
-Es difícil saberlo. Lo que sí se sabe, al menos para la Quebrada de Humahuaca, es que hay indicios de desnutrición en una parte importante de la población en las etapas inmediatamente previas a la llegada de los españoles. Parece que el enorme crecimiento demográfico ocurrido en lo que se denomina período tardío trajo como consecuencia una mala alimentación para buena parte de la comunidad.

-¿Cuáles eran las formas de producción de sus alimentos? ¿Qué tecnología usaban?
-Eran grupos agropastoriles. Esto quiere decir que se dedicaban a la agricultura y a la cría de animales (principalmente llamas). La mayor o menor importancia que le otorgaban a cada sistema productivo (la agricultura o el pastoreo) dependía del espacio físico. En los valles y quebradas eran principalmente agricultores; en la Puna, principalmente pastores, y en algunas zonas sólo pastores.
Estos pueblos practicaban una agricultura de regadío. Algunas veces preparaban muy cuidadosamente sus espacios de siembra: construían andenes y terrazas de cultivo. También desarrollaban sistemas de riego, como canales y represas. Todo el trabajo se realizaba con el esfuerzo humano.

Foto de las terrazas de una montaña

Las terrazas de cultivos son escalones tallados en la ladera de la montaña, que permiten crear superficies planas para sembrar. Esta técnica prehispánica continuó en el NOA durante la época colonial y también, como podemos observar en la fotografía, en la actualidad.

-¿Cómo cambió la organización de la producción con la llegada de los españoles?
-La producción cambió porque éstos introdujeron ganado y vegetales del Viejo Mundo, como por ejemplo trigo, habas, arvejas y alfalfa. Los españoles trajeron también nuevas tecnologías: arado con animales de tracción y molinos para la molienda de granos.
Por otra parte, muchos indígenas pasaron a estar encomendados a españoles. Esto los obligaba a producir para el encomendero.

El NOA ayer y hoy

-¿Cuál es la situación actual de los descendientes de los grupos indígenas más importantes de la época prehispánica?
-Toda la población autóctona del NOA se ha mestizado en mayor o menor medida desde la época colonial, tanto con europeos como con descendientes de esclavos africanos. A esta población se le ha agregado población nativa o mestizada, principalmente de Bolivia y del norte de Chile. Existen zonas, como algunas partes de la Puna jujeña, donde el mestizaje fue menos intenso y se preservó buena parte del tronco originario hasta principios del siglo XIX, y estimo que debe conservarse en gran medida en la actualidad, aunque esto todavía está en estudio.

-¿Qué sistemas no industriales se utilizan actualmente para la producción de alimentos en la zona?
-Perduran muchos cultivos prehispánicos y, en las áreas más alejadas de las vías de comunicación, los sistemas de producción no difieren mucho de los que caracterizaron a la época colonial.

El trabajo de una arqueóloga

-¿Cuál es el estado actual de los estudios arqueológicos en el NOA?
-Considero que los estudios arqueológicos en el NOA están en una etapa de crecimiento, en particular por la existencia de las carreras que contemplan la orientación arqueológica en varias de sus universidades, como Catamarca, Jujuy, Salta y Tucumán. Esto permite la formación de jóvenes investigadores y la radicación de arqueólogos profesionales en la zona. Anteriormente, casi toda la investigación arqueológica del NOA se realizaba desde Buenos Aires o La Plata.

-A lo largo de tus trabajos científicos se ve una evolución hacia una concepción interdisciplinaria de la labor científica. ¿Cómo llegaste a ello y qué distintas disciplinas se vinculan a tu trabajo?
-El trabajo interdisciplinario es sumamente enriquecedor. Permite ver una problemática desde otra óptica, con otro bagaje de datos. Así, muchas veces es posible encontrar otras ideas que pueden reforzar o también dar por tierra con ideas e hipótesis surgidas desde la visión arqueológica.
Desde los inicios, por el tema de investigación que desarrollaba -que era la agricultura prehispánica-, tuve que recurrir obligatoriamente a otras disciplinas. Me orienté hacia las ciencias naturales. Últimamente estoy trabajando en otro tema que me lleva a vincularme más con algunas ciencias sociales, como la antropología, la historia, la lingüística. Esto es simplemente por la temática que estoy abordando ahora, que tiene que ver con la territorialidad prehispánica, las etnias y la organización social.

-¿Qué ventajas trae para el trabajo de búsqueda de restos la utilización de nuevas tecnologías o quizás tecnologías que no son típicas de las ciencias sociales?
-La arqueología es una ciencia social, pero se nutre en gran parte de técnicas y métodos procedentes de las ciencias naturales o físicas y químicas, desde el momento en que éstos sirven para analizar los restos que perduran, que son restos biológicos, objetos, sedimentos y construcciones.
En mi caso particular puedo hacer referencia al uso de un método que no había sido empleado previamente en la arqueología en la Argentina, aunque sí se registran antecedentes de su uso en estudios geológicos de avances glaciares. Se trata de la liquenometría. Este método consiste en registrar el crecimiento de los líquenes sobre rocas o paredes y tomarlo como indicador del transcurso del tiempo. Al analizar los líquenes, podemos diferenciar distintos momentos en los que se realizaron las construcciones. He aplicado la liquenometría para establecer secuencias de construcción de áreas agrícolas en la Quebrada de Humahuaca y en la Puna.

-Con respecto al estudio de la zona, encaraste una importante obra de difusión sobre la historia de la Quebrada de Humahuaca, en especial un libro para niños . ¿Qué te llevó a realizar este material?
-Desde mi época de estudiante universitaria me interesaba hacer algo así. Me daba pena el gran desconocimiento que existe de la historia prehispánica en la Argentina. Se enseña Egipto, Grecia y Roma y de América latina nada; sólo mayas, incas, aztecas y los chibchas de Colombia. Estos últimos tan sólo por su trabajo en oro, porque no son nada del otro mundo si los comparamos con los del NOA.
Cuando me radiqué en Jujuy, para un congreso de arqueología me solicitaron que hiciera una puesta al día de lo que se enseñaba sobre la historia prehispánica en las escuelas de esa provincia. Cuando me puse a revisar los currículos, advertí graves deficiencias y de allí surgió la idea de armar el libro junto con otros docentes.

-¿Cuáles fueron los resultados?
-Se hizo una primera edición fotocopiada del libro. Eran sesenta ejemplares que se distribuyeron en las escuelas del departamento de Tilcara. Después se hizo una coedición con la Universidad Nacional de Jujuy para su venta al público. Posteriormente se editó en el Plan Social Educativo y se complementó con cursos de capacitación para los docentes. El libro se distribuyó en las escuelas de Tilcara y se enviaron algunos ejemplares para cada una de las escuelas y bibliotecas populares de los departamentos de Tumbaya y de Humahuaca.
También hemos hecho una edición por nuestra cuenta para la venta a un público más amplio, que se había mostrado interesado. En general, el libro ha tenido una excelente aceptación por parte de alumnos y docentes. Mi sueño es hacer otro para la Puna de Jujuy, porque la historia no es la misma, pero no sé cuándo lograré la financiación.

Glosario

Mariette Albeck

Nació en Lomas de Zamora, en la provincia de Buenos Aires (Argentina). Tiene 48 años y es descendiente de inmigrantes daneses. Se graduó en Antropología en la Universidad Nacional de La Plata (provincia de Buenos Aires) y años más tarde se doctoró en Ciencias Naturales en la misma universidad. Desde hace varios años desarrolla sus investigaciones en arqueología en la provincia de Jujuy y ejerce la docencia en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy y en el Instituto Interdisciplinario Tilcara de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Noroeste argentino

Lo que conocemos como poblaciones prehispánicas del noroeste argentino habitaron lo que hoy es el territorio de las provincias de La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy. Algunos autores incluyen también San Juan y Mendoza, tomando como base las zonas a las que llegó la influencia incaica.

Obviamente, en la época prehispánica no existían los límites -ni internacionales ni interprovinciales- tal como los conocemos hoy. Los habitantes del NOA no tenían estos límites. Incluso parte del territorio que hoy es Chile, estaba ocupado por ellos.

Casabindo
Cochinoca

Sobre estos grupos explica nuestra entrevistada:

"Casabindo y cochinoca se engloban dentro de una gran unidad arqueológica conocida como "casabindo", en gran parte coincidente con el área ocupada en la época colonial por ambos "pueblos de indios" pero que incluye también otros sectores de la Puna.

Los casabindo fueron uno de los grupos prehispánicos que poblaron el sector central de la Puna de Jujuy en el siglo XVI. Ocuparon un "pueblo de indios" colonial y aparecen, casi siempre, vinculados al "pueblo de indios" de los cochinoca, ubicado algo más al norte. Ambos pueblos perduran en los asentamientos actuales que llevan dichos nombres. A juzgar por las evidencias arqueológicas, existía una gran afinidad entre los casabindo y los cochinoca.

En función de los conocimientos aportados por los investigadores, se puede plantear un panorama tentativo de la ubicación espacial de los grupos que habitaban las áreas aledañas a Casabindo. Entre ellos, parece indiscutible la presencia de pueblos chicha, inmediatamente al norte de Cochinoca, abarcando un territorio que continuaba por el sur de Bolivia; de grupos omaguaca -flanqueando toda la zona por el este- de atacameños al oeste y de diaguitas en los valles mesotérmicos del sur. Sin embargo, los casabindo y cochinoca no han podido ser incluidos, en forma categórica, en ninguno de los grupos colindantes. Los vestigios arqueológicos no permiten, hasta el momento, discriminar a los casabindo de los cochinoca, pero sí a éstos de los atacameños, chicha, omaguaca y diaguita."

Demografía

La demografía es el análisis de una población determinada, a través del cual se evalúa estadísticamente el número de componentes, la distribución por edad y sexo, la fertilidad, la mortalidad y las migraciones, entre otras cosas.

Conquista incaica

Camino

Como señala Mariette, el paso de los incas puede reconocerse a partir de los restos de sus construcciones. En el sitio arqueológico de La Paya, en los Valles Calchaquíes, provincia de Salta (Argentina), pueden observarse restos materiales de edificios indígenas. En esta fotografía, vemos una pared de un recinto. Las piedras rojizas que se observan indican que pertenecía a un curaca.

Le pedimos a Mariette que amplíe la información sobre el dominio incaico en el NOA:

"El dominio incaico del NOA duró entre cincuenta y cien años. Según las crónicas, el anexamiento del NOA fue voluntario y pacífico, pero algunos datos arqueológicos indicarían que este hecho pudo haber estado precedido por una oposición de los grupos locales a las fuerzas incaicas.

Los incas tenían un interés económico en el territorio del NOA. Se estima que fueron básicamente las riquezas mineras las que les interesaron. Extendieron su territorio por toda la zona serrana del NOA hasta la provincia de Mendoza. Podemos llegar a obtener esta información por el análisis de restos materiales. La existencia de construcciones, caminos, tambos, fortalezas, centros administrativos y de almacenamiento y edificios incaicos prueba el paso de los incas.

Topónimos

Cartes con nombres

Nombres de origen español y nombres de origen indígena. Algunas veces, los carteles indicadores muestran la historia en la toponimia.

Con respecto a qué son los topónimos y cómo los utilizan los arqueólogos, Mariette nos aclara lo siguiente:

"La toponimia es el registro de nombres geográficos (cerros, ríos, lugares, etc.) y brinda una importante información para el conocimiento del pasado de una región.

Muchas lenguas han desaparecido, como por ejemplo las lenguas originarias del NOA, que fueron reemplazadas primero por el quechua y después por el español. Sin embargo, lo interesante es que los nombres de determinados accidentes geográficos, en particular cerros y ríos, pueden perdurar por mucho tiempo e incluso algunas veces se mantiene el nombre en una lengua desaparecida.

Lamentablemente, muchos trabajos de toponimia buscan únicamente el significado del término e intentan a toda costa traducirlo a una lengua conocida. Con este afán, a veces se "tortura" el nombre y se logran interpretaciones desopilantes que no tienen mucho que ver con la lógica. Por ejemplo el nombre "maimara" se traduce como cuál (mai) año (mara). ¿Cómo un lugar se va a llamar "cuál año"? Creo que hay que resignarse a que nunca vamos a conocer el significado de gran parte de los nombres, porque no hay ni hubo vocabularios ni registros y la lengua desapareció.

Mi postura es diferente, no busco el significado de los topónimos, busco su afinidad lingüística y su dispersión espacial. No sé cuánto lograré, porque el trabajo todavía está en elaboración, pero para el caso de la Puna de Jujuy los resultados son muy estimulantes. Para la Quebrada de Humahuaca la cosa es menos sencilla, probablemente, porque en esta zona se produjeron notables recambios de población durante la época colonial."

Encomendados

La encomienda fue una institución característica de la colonización española en América. Jurídicamente consistía en un derecho otorgado por el monarca en favor de un súbdito español (encomendero) con el objeto de que este último recibiera los tributos o los trabajos que los súbditos indios debían pagar a la corona. A cambio, el encomendero debía "cuidar" del bienestar de los indígenas en lo espiritual y en lo terrenal, asegurando su mantenimiento y su protección, así como su adoctrinamiento cristiano. La encomienda era una manera de recompensar a aquellos españoles que se habían distinguido por sus servicios al rey y de asegurar el establecimiento de una población española en las tierras recién descubiertas y conquistadas.

En la práctica, la encomienda fue el subterfugio legal que enmascaraba los abusos cometidos por los conquistadores, ya que violaban las Leyes de Indias.

Libro para niños

Mariette coordinó varias ediciones del siguiente texto de historia regional para chicos de la EGB:
Albeck, M.E. (coordinadora), Quebrada de Humahuaca: más de 10.000 años de historia. Plan Social Educativo y Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Jujuy, 1996.

entrevista: Fernando Pedrosa
edición: Cecilia Sagol y Marcelo Gargiulo