En casa, en la escuela, en los juegos de los recreos, en la calle... las canciones forman parte esencial de la cultura y del proceso educativo. En estas actividades pensadas para los alumnos de los primeros años de la escuela primaria, encontrarán numerosos recursos para trabajar, tanto en la clase de lengua como en la de música.
Decidan qué tipo de canciones les gustaría inventar:
Antes de decidirse piensen en qué situaciones y para qué se cantan estas
canciones. Por ejemplo, las canciones de cuna o nanas se cantan para hacer
dormir a los bebés o a los chicos pequeñitos (también a algunas
mascotas...).
Las canciones para contar se utilizan, en general, para enseñar los
números o el orden de los números a nenes más chicos que ustedes.
Por último, hay diferentes clases de canciones para jugar: están las
canciones para elegirse o elegir compañeros de equipo, las canciones que
se cantan mientras se juegan juegos en ronda; y hasta hay canciones
también para guardar los juguetes.
También tienen que pensar con quién y de qué forma van a compartir las
canciones que escribirán.
Según el tipo de canción que elijan, variarán el destinatario y la manera
de compartir las canciones. A continuación, encontrarán algunas ideas.
Canciones de cuna
Destinatarios: hermanitos, primitos y nenes que van a guardería.
Formato: libro de canciones o cancionero para que mamás, papás, abuelos y maestras puedan leerles y cantarles las canciones a los más chiquitos.Canciones para contar
Destinatarios: nenes más chiquitos, que están aprendiendo los números y las letras.
Formato: recital con láminas en la salita de jardín.Canciones para jugar
Destinatarios: amigos, compañeros de otras salas de jardín o de otros años de EGB.
Formato: casete para obsequiar y compartir.
Pueden dividir la sala o el curso en grupos y cada grupo se encargará de componer una canción del tipo de las que hayan elegido. Para hacerlo, pueden seguir los pasos que se enumeran a continuación.
Cada uno tratará de hacer un aporte al grupo y una vez que hayan
conseguido material, realizarán una reunión para cantar y compartir
las canciones que encontraron. En Banco de canciones encontrarán
modelos de canciones.
Una vez que quedó escrita la última versión de la letra, tienen varias opciones.
La mamá paloma
duerme a sus pichones
en un nido suave
hecho de algodones.
Duerme a sus cachorros
la mamá coneja,
haciéndoles mimos
con sus dos orejas.
Canta un arrorró
doña caracola
y los peces sueñan
un sueño de olas.
Roberta Iannamico
(En Bambá, Buenos Aires, Aique Grupo Editor, 1998).
Que se duerma la luna
con su rebaño
de ovejitas y estrellas
de medio año.
Que se duerma la estrella
con su almohadita
y un chupete de luna,
media lunita.
Que se duerma mi nena
de estrella y luna
saltando ovejitas
una por una.
Cecilia Pisos
(En Los colores del aire, inédito).
Din, dan,
din, don, dan,
campanitas sonarán.
Din, dan,
din, don, dan,
que a los niños dormirán.
Dindirindán,
dindirindán,
las estrellas
brillarán.
Duerme tranquilo,
mi bien, duérmete,
que yo tu sueño
feliz guardaré.
Dan, dan, dan.
Din, dan,
din, don, dan,
campanitas
sonarán.
Din, dan,
din, don, dan,
que a los niños
dormirán.
Dindirindán,
dindirindán,
las estrellas
brillarán.
La forma de los números
El 1
Es un salto de canguro.
El 2
Un patito nadador.
El 3
Los cachitos de una res.
El 4
La casita de mi gato.
El 5
Un pequeño laberinto.
El 6
Un caracol sin crecer.
El 7
Una jirafa sin dientes
El 8
Dos galletas o un bizcocho
El 9
Un globo con hilo verde.
El 10
Un salto de canguro y una nuez.
Heriberto Tejo (Perú)
(En Poemas con sol y son. Poesía de América Latina para niños,
San José de Costa Rica, Coedición Latinoamericana, 2000).
La gallina papanata
puso un huevo
en la canasta.
Puso uno
puso dos
puso tres
puso cuatro
puso cinco
puso seis
puso siete
puso ocho
puso nueve
puso diez
¿Querés que te cuente
otra vez?
Cuando el reloj
marca la una,
los esqueletos
bailan la rumba.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Cuando el reloj
marca las dos,
los esqueletos
comen arroz.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Cuando el reloj
marca las tres,
Los esqueletos
Rompen una nuez.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Cuando el reloj
marca las cuatro,
los esqueletos
juegan al teatro.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Cuando el reloj
marca las cinco,
los esqueletos
pegan un brinco.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Cuando el reloj
marca las seis,
los esqueletos
saludan al rey.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Cuando el reloj
marca las siete,
los esqueletos
viajan en cohete.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Cuando el reloj
marca las ocho,
los esqueletos
comen bizcocho.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Cuando el reloj
marca las nueve,
los esqueletos
ven cómo llueve.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Cuando el reloj
marca las diez,
los esqueletos
andan al revés.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Cuando el reloj
marca las once,
los esqueletos
tocan los bronces.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Cuando el reloj
marca las doce,
los esqueletos
se ponen en pose.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Cuando el reloj
marca la una,
los esqueletos
van a la luna.
¡Chumba
la cachumba
la cachumbambá!
Noche (fragmento)
Doña Luna no ha salido.
Está jugando a la rueda
y ella misma se hace burla.
Luna lunera.
García Lorca, Federico, Obras completas, Madrid, Aguilar, 1960. Este poema se encuentra en la sección «Poemas sueltos».
La ronda de las hadas
Las hadas juegan
a la ronda
de la luna.
A las tres, a las dos, a la una.
Las hadas juegan
a la ronda
de la tos.
A las tres, a la una, a las dos.
Las hadas juegan
a la ronda
de la nuez.
A la una, a las dos, a las tres.
Las hadas juegan
a la ronda del zapato.
A la una, a las dos, a las tres, a las cuatro.
Las hadas juegan
y cae un aguacero.
A las cuatro, a las tres, a las dos, a la una, a la cero.
Cecilia Pisos
(En Alas de hada, inédito).
De animales y vocales
JA JA JA JA
se ríe la hiena con mucha maldad.
BEEEE BEEEE
la oveja grandota quiere ser bebé.
KIKIRIKÍ
el gallito negro se ha hecho pipí.
BOMBOROMBÓN
un oso y un mono tocan el tambor.
MUUUU MUUUU
la vaca lechera pintada de azul.
Roberta Iannamico
(En En patines 1, Buenos Aires, Aique Grupo Editor, 1998).
....................................
L
Luciérnagas, lucecitas:
los bebés a sus cunitas.
M
Las mariposas en vuelo
miran los mapas del cielo.
.....................................
O
Ondas y olas, olas y ondas,
son las sirenas que hacen la ronda.
P
Patas, patitas y pies,
al derecho y al revés.
Q
Quien, quienquiera, quienqué
que nos mira y no nos ve.
.................................
T
Teteras, torta, tacitas:
toman el té las visitas.
U
El ogro, con una uña,
rasca el color de la luna.
V
Vientos que van y que vienen
en la veleta se enroscan y se detienen.
(Cecilia Pisos)
Los siguientes instrumentos, de sencilla realización, pueden acompañar las diversas etapas de la composición de canciones así como los «recitales» y encuentros que se organicen para sus destinatarios.
Materiales:
-tres cilindros de diferente tamaño,
-cinta adhesiva,
-piolín.
Instrucciones:
-Unir con la cinta adhesiva y atar con el piolín los tres recipientes de
modo de armar un conjunto de tambores.
-Sentarse y ponerse los tambores sobre las piernas y probar haciéndolos
sonar con los dedos, palmas, nudillos y muñecas.
Materiales:
-cartón,
-Cuatro tapitas de botella.
Instrucciones:
-Cortar dos tiras de cartón de unos veinte centímetros de largo.
-Doblar cada tira en dos y pegar en cada uno de los cuatro extremos, del
lado de adentro, las tapitas.
-Las castañuelas sonarán si al tomarlas, se abren y cierran las manos de
manera que se golpeen las tapitas entre sí.
Materiales:
-vasitos de yogur vacíos,
-globos,
-banditas elásticas,
-piedritas, semillas, fideítos, arroz, porotos.
Instrucciones:
-Poner adentro de los vasitos toda clase de pequeños elementos que hagan
ruido: semillas, piedritas, etc.
-Cortar pedazos de globo y ajustarlos a las bocas de los vasitos con
banditas elásticas. Al agitar las maracas, los diferentes elementos
producirán variaciones en el sonido.
Materiales:
-banditas elásticas de diversos tamaños y grosores,
-una silla,
-rama con forma de horqueta (Y griega),
-caja de zapatos.
Instrucciones:
-Ajustar las banditas elásticas en el respaldo de la silla o a través de
la rama de o alrededor de la caja de zapatos abierta.
-Luego, rasgar las cuerdas y prestar atención a los diferentes sonidos que
producen las distintas cajas de percusión.
Materiales:
-envase de leche, de cartón,
-regla,
-hilo de nailon,
-seis clavijas (se compran en las casas que venden instrumentos
musicales).
Instrucciones:
-Colocar el envase en posición vertical y realizar ranuras verticales en
cada lado, lo suficientemente grandes como para que pase la regla por
ellas.
-Insertar la regla y poner el mismo número de clavijas en cada uno de sus
extremos, ajustándolas hasta que estén seguras.
-Finalmente, atar tres trozos de hilo a las clavijas de uno de los
extremos, atravesar el cartón con los hilos y atarlos del otro lado.
-Hacer sonar las cuerdas rasgándolas o por percusión y se obtendrá un
sonido parecido al de las guitarras de verdad.
Materiales:
-papel de lija,
-dos trozos de madera del tamaño de un borrador,
-cinta adhesiva,
-cinta de tela.
Instrucciones:
-Cortar dos trozos de papel de lija y pegarlos sobre los bloquecitos de
madera.
-Pegarles también dos trozos de cinta de tela a cada uno para enroscar los
instrumentos alrededor de las muñecas.
Se trata de seleccionar dos o tres poemas adecuados a la edad de los chicos y probar cantándolos con las melodías de diferentes canciones que ellos conozcan, para ver a cuál de ellas se adapta mejor cada texto. Una vez decidida la melodía, se ensaya grupalmente la nueva canción.
Por ejemplo, se puede probar cantando este poema con la melodía de «Arrorró, mi niño».
Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también un príncipe malo
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez
en que yo soñaba
un mundo al revés.
José Agustín Goytisolo
(Érase una vez, Buenos Aires, Colihue, 1993, Colección Los
morochitos).
Para realizar esta actividad, pueden ponerse de acuerdo con la profesora
de Música y trabajar con el acompañamiento del piano o utilizar
instrumentos (ver Banco de instrumentos). Si se utilizan instrumentos, se
puede probar con poemas en los que se incluyan repeticiones de palabras,
de modo de trabajarlas desde su aspecto rítmico a través de la percusión,
por ejemplo.
Un poema adecuado para esta actividad podría ser el siguiente, de Nicolás
Guillén:
¡Qué cola tan larga
tiene ese ratón!
Corta, corta, corta...
¿Quién se la cortó?
¡Qué pico tan grande
tiene este tucán!
Corta, corta, corta...
¿Quién lo cortará?
A la corta, corta,
y a la corta va,
Corta que te corta,
que te cortará.
Guillén, Nicolás
(Por el mar de las Antillas anda un barco de papel. En Las
grandes elegías y otros poemas, Caracas, Biblioteca Ayacucho,
1984).
Una actividad previa a la de composición de canciones, y que puede resultar muy enriquecedora, es la de hacer percibir a los chicos otro de los aspectos fónicos de la poesía que hacen al ritmo, además de la rima y las repeticiones.
Se trata de trabajar ese aspecto mimético–sonoro de la palabra que es la onomatopeya. Se puede comenzar como en un juego, enumerando las onomatopeyas animales e incluso probando repetirlas, con música, con instrumentos, en canon, etcétera.
Una segunda instancia sería examinar con los chicos diferentes tipos de historietas y observar cómo están convencionalmente representados diferentes ruidos y sonidos de objetos, de la naturaleza y otros.
Finalmente, se podrá realizar en voz alta la lectura de poemas que utilicen las onomatopeyas como recursos de sonido. Por ejemplo, el que presentamos a continuación:
Tic, tac, tic, tac,
la gotera canta y baila,
baila y canta en el huacal.
La gotera es una niña
de cristal.
Tac, tac, tic, tac.
La música de los grillos
alegra la oscuridad,
y ya muy hondo en el sueño,
aún se la escucha danzar,
con su único pie de plata
en el hueco del huacal:
tic, tac, tic, tac.
Carlos Luis Sáenz
(En Poemas con sol y son. Poesía de América Latina para
niños, San José de Costa Rica, Coedición Latinoamericana, 2000).
Las siguientes sugerencias de actividades permitirán que los chicos compongan canciones, siguiendo consignas con complejidades adicionales.
Se trata de inventar canciones de cuna, por ejemplo
-para hacer dormir a las lechuzas,
-para hacer dormir a una manada de elefantes,
-para hacer dormir a una bandada de pajaritos,
-para hacer dormir a un enanito,
-para hacer dormir a un hada,
-para las noches de corte de luz,
-para la hora de la siesta,
-para hacer dormir a mamá,
-para hacer dormir a la luna.
En cada caso, habrá que adecuar no solo la letra sino el tipo de ritmo y sonidos a las situaciones y a cada uno de los destinatarios que se propongan.
El trabajo con las letras del abecedario puede realizarse conservando la misma estructura de las canciones para contar que se recopilaron, ya que se trata también de una enumeración ordenada.
El 1
es un salto de canguro.
El 2
es un patito nadador.
(De «La forma de los números» de Heriberto Tejo, en Poemas con sol y son. Poesía de América Latina para niños, San José de Costa Rica, Coedición Latinoamericana, 2000).
La A es escalera
de valientes.
La E es un peine
con muy pocos dientes.
También en este caso se sugiere la observación de las numerosas
colecciones de libros que abordan colores y abecedarios para obtener ideas
e inspirarse a la hora de componer las canciones.
El trabajo de composición de canciones se relaciona con los contenidos básicos comunes de Lengua y de Educación Artística para el primer ciclo de EGB (Ministerio de Educación, República Argentina) que enumeramos a continuación.
1. Musicalizar poemas
2. Jugar con sonidos y onomatopeyas
3. Variaciones sobre las propuestas
Con reflexiones y comentarios de experiencias de trabajo de escritura creativa con los chicos:
Akoschky, Judith, Ruidos y ruiditos, Tarka, 1981-1988 (cuatro volúmenes). Recomendamos en especial el volumen 2 (Música para los más chiquitos) y el volumen 4 (Cantos de cuna y romances).
Pro Música de Rosario, Cantemos con el Pro Música de Rosario,
Cosentino, s/a.
Pro Música de Rosario, Música para niños, Qualiton, s/a.
Pro Música Niños Rosario, Con arte y con parte, El arca de Noé,
1998.
Caracachumba, Chumban los parches, 1998.
Iud, Elisa y Sergio Di Martino, Del tiempo de la abuela.
Canciones infantiles, Cantartes.
Pesce, Graciela, Tango para chicos.
Sitios
Canciones infantiles ilustradas