Durante los procesos de creación, de producción o de uso de los productos tecnológicos, las personas intercambian información mediante textos, símbolos, dibujos o diagramas. Las formas de comunicar la información técnica puede alcanzar distintos niveles de formalización, desde planos para la construcción o códigos numéricos para máquinas programables hasta recetas de cocina o instructivos para usar un electrodoméstico. En todos los casos, la comunicación técnica, permite la transmisión del conocimiento relacionado con las "maneras de hacer las cosas".
En el Primer Ciclo los alumnos comienzan a familiarizarse con el lenguaje escrito y a reconocer la importancia de poder utilizarlo para comunicarse con otras personas o para leer historias actuales o antiguas, escritas por otros. Les presentamos un conjunto de actividades que orientan el trabajo con información "para saber hacer", la cual permite a las personas realizar algo, que ya otras realizaron antes y con éxito. Destacando la importancia de registrar, con palabras y dibujos la información necesaria para que otros "sepan cómo y con qué hacer las cosas", aunque haya pasado mucho tiempo.
Duración estimada de la actividad: una o dos clases.
En la Propuesta Nº 4 trabajamos sobre el tema de los procesos y de los pasos necesarios para hacer un determinado producto. Aquí pondremos el acento en la necesidad de contar con la información necesaria para poder realizar un proceso. Le sugerimos iniciar esta actividad proponiendo a sus alumnos que, divididos en pequeños grupos, realicen una tarea que usted considere que ellos no sepan hacer de antemano y cuidando que no tengan toda la información para poder hacerla, como por ejemplo: preparar puré instantáneo o un postre, sin contar con las instrucciones de la caja; jugar a un juego nuevo pero sin tener las reglas y explicaciones; armar con piezas de un rompecabezas o construir un objeto para armar (sin darle el modelo), usar un artefacto que desconozcan (que puede ser moderno o muy antiguo), etc.
La propuesta debería ser presentada como si realmente usted esperara que ellos pudieran realizar la tarea. A medida que sus alumnos requieran información acerca de cómo hacerla, usted iría dándoles datos incompletos, para seguir el juego.
Se trata de poner de relieve que sin la información necesaria sobre "cómo hacer algunas cosas" sólo es posible inventar un nuevo modo de hacerlo, apelando a lo que ya sabemos y conocemos. Pero difícilmente podamos realizar cada tarea así, ya que nos llevaría mucho tiempo y más de un fracaso.
Luego de este juego podría pedirle a sus alumnos que le ayuden a realizar un listado de lugares dónde encontrar la información necesaria para poder hacer diferentes tareas:
Usted le podría pedir a sus alumnos que traigan a clase algunas de estas informaciones escritas u orales para revisarlas juntos. Pero será conveniente que usted lleve a clase por ejemplo: alguna caja de preparación de comida rápida, el papelito que acompaña a los juguetes para armar que vienen en las golosinas, varios libritos de instrucciones de uso de artefactos eléctricos, la imagen del frente de algún artefacto reproductor de música y fotos o recortes de revistas de un proceso de producción de la zona (agrícola, ganadero, de esquila o hilado, de tambo, etc.).
Una caja de alimentos de preparación rápida, que habitualmente incluye una receta sencilla servirá para realizar una actividad de análisis.
En estas recetas, las instrucciones suelen estar ilustradas y numeradas.
Ilustraciones: Gustavo Damiani
Los instructivos de construcción que acompañan a las golosinas, donde sólo aparecen dibujos casi sin palabras, son útiles para realizar una actividad de interpretación de la información: ¿qué hay que hacer?, ¿para qué le pusieron números, además de dibujos?
Los instructivos de uso de los artefactos eléctricos pueden ser útiles para analizar qué datos traen. En este tipo de instructivos aparece mucha información, por lo tanto convendría focalizar la lectura en las imágenes de los frentes.
En muchos procesos tecnológicos el "saber hacer" se transmite.
Otra información que aparece en el tipo de instructivos que estamos describiendo se refiere a los pasos que se deben seguir para utilizarlo. Para analizar esto con sus alumnos le recomendamos pedirles que digan, en orden, las acciones que se deben realizar para utilizar algún artefacto conocido. Por ejemplo, si eligieran el teléfono deberían decir qué se debe hacer para poder realizar una comunicación telefónica con otra persona, paso a paso, sin saltearse ninguno. Usted puede ir anotando en el pizarrón estos pasos mientras sus alumnos le dictan. Finalmente, viendo las fotos o imágenes de revistas y recordando lo que les contaron o vieron en la zona, se podría rescatar que "el saber hacer" también se transmite en forma oral, de padres a hijos.
Esta serie de actividades le permitirá trabajar con sus alumnos con el objetivo de destacar la importancia de guardar y transmitir información sobre "cómo y con qué" se hacen y se usan las cosas que nos rodean. Sin esta información sería muy difícil realizar la mayoría de las tareas.
Si usted quiere ampliar y continuar este trabajo en otro momento del año, podría hacerlo al finalizar una actividad de diseño y construcción o la preparación de algún producto, pidiéndole a sus alumnos que dibujen las instrucciones y le pongan un número de orden, para que otros lo puedan volver a hacer.
También podría proponer un juego en el cual alguien hace de robot y los demás le dicen o le anotan los pasos que debe seguir. Así tendrán oportunidad de ver si la información es suficiente para realizar los pasos o si falta información, ya que se supone que el que hace de robot "no sabe qué tiene que hacer" si no se le dan las órdenes claramente.
En El aula, "Los instructivos", en Zona Educativa Nº 8, Buenos Aires, Ministerio de Cultura y Educación de la Nación de la República Argentina, 1998.