Escuchando música en la escuela

En esta propuesta se plantea una problemática frecuente del quehacer musical escolar relacionado con los jóvenes: la disociación entre la música que ellos escuchan, cantan y bailan en su vida cotidiana y la que generalmente se les ofrece como experiencia dentro de la escuela. Para los jóvenes, la música es una parte importante de su realidad cotidiana, elemento de unión con sus pares, modo de pertenencia e identificación y compañía inseparable. En muchos casos, la música que ellos eligen no es tomada en cuenta dentro del ámbito escolar y, una vez más, la escuela parece ser "un mundo aparte del mundo".

Es innegable que para los docentes que han podido transitar una experiencia musical amplia y significativa, no siempre resulta atrayente la música que escuchan los chicos, y desean, válidamente, ofrecerles otras posibilidades que les abran sus horizontes, les signifiquen un crecimiento estético y les posibiliten el acceso a otras experiencias del lenguaje musical. Pero, por otro lado, a veces es posible observar cómo algunos docentes se centran en sus gustos y preferencias distanciándose así del mundo musical de los jóvenes y los valores (no sólo musicales sino también sociales) que éstos le atribuyen a aquél.

Parecen dos posturas difíciles de conciliar. Pero, ¿es posible el tránsito de una a otra sin que exista un quiebre, propuesto ese tránsito de tal forma que signifique un crecimiento para alumnos y docentes? Intentaremos, desde aquí, iniciar un recorrido que deberá ser necesariamente continuado con otras actividades para que la respuesta sea afirmativa.

Contenidos

Propuesta de trabajo

Un buen punto de inicio de este proyecto, pensado para extenderse en un principio durante cuatro o cinco clases, puede ser solicitar a los alumnos que traigan a clase un tema vocal-instrumental que les guste para compartir con sus compañeros. Se les aclara cuáles son los soportes de audición disponibles en la escuela (casetes, CD, video) y se les pide, además, que seleccionen previamente el tema a escuchar y realicen la búsqueda del inicio. De esta forma se previenen problemas prácticos a la hora de escuchar y se evitan las demoras y las consecuentes problemáticas que ellas acarrean.

De los temas que los alumnos seleccionan se pueden hacer dos lecturas: cuáles son los gustos de cada uno y del grupo en general. Con una pregunta tan simple como ¿Todos han traído lo mismo? se da pie a la discusión grupal y a la aparición de criterios de organización y selección: "Sí, todos son vocales" o "No; hay cuarteto, rock y música melódica". Son dos opciones ciertas, a pesar de que una es afirmativa y la otra negativa, de posible respuesta a la pregunta original. Es muy probable que en esta instancia del trabajo afloren prejuicios y calificaciones despectivas hacia algún género musical pro puesto por los compañeros, como así también que espontáneamente encuentren puntos de unión a través de él. El docente evalúa si es oportuno iniciar un debate sobre los gustos y la subjetividad de éstos y los cambios de preferencias de una misma persona con el transcurrir del tiempo, sobre la identificación de determinados géneros musicales con una pertenencia social y la transferencia que seguramente se hace de esto dentro del mismo grupo de alumnos. De no ser así, puede resumir directamente la idea de distintos criterios de selección y organización y solicitar al grupo la elaboración de criterios de clasificación del material que han traído. Finalmente, y si no ha surgido del grupo, el docente propone, para continuar el trabajo, la clasificación por géneros musicales.

Se sugiere realizar en el pizarrón un cuadro de doble entrada donde se vuelquen los temas traídos a la clase, en base al criterio de pertenencia a un género. Éste es un ejemplo:

Rock Cuarteto Cumbia Melódico
tema intérprete tema intérprete tema intérprete tema intérprete

A partir de la confección de este cuadro se presenta a los alumnos una situación problemática:

¿Qué elementos definen la pertenencia de un tema a un género musical?

Para abordar la resolución se les pide que se dividan en subgrupos, de acuerdo con un criterio de pertenencia al mismo género.

A cada subgrupo se le entrega un material orientador como guía de trabajo, que puede tener las siguientes características:Estás reunido con compañeros que prefieren el mismo género musical que vos. El problema que deben resolver ahora, es tratar de descubrir cuáles son los elementos musicales que definen la pertenencia de esos temas a un mismo género. Para eso, y luego de elegir entre todos por lo menos tres de los temas traídos a la clase, te sugiero que realices en forma grupal, un análisis de ellos utilizando, a modo de ayuda, el siguiente cuadro. Primero tienen que escuchar cada tema en su totalidad y tantas veces como sea necesario para arribar a una respuesta.


Género
Aspectos a abordar Tema: Tema: Tema:
Autor: Autor: Autor:
Intérprete: Intérprete: Intérprete:
Forma:
Grafiquen la macroforma del tema.
Aspecto rítmico:
¿es libre o pulsado?
¿estable o inestable?
¿cada cuántos tiempos se acentúa?
Aspecto vocal:
¿qué tipos de voces reconocen?
¿cómo están relacionadas entre sí?
Aspecto instrumental:
¿qué instrumentos reconocen?
¿cómo están agrupados?
Agógica:
Lo podrían definir como: rápido, lento, etc
Carácter:
Utilicen un término personal para definirlo.
Conclusión:
Los elementos musicales que intervienen en la determinación del género son:
Disfrutando de la música
Escuchando música en la escuela

Otra opción

Sugerimos, como otro proyecto, seleccionar un tema de cada uno de los géneros analizados para trabajarlo durante el transcurso del año desde la producción.

También se puede abordar un trabajo similar con distintos géneros propuestos tanto por el docente como por los alumnos como resultado de nuevas inquietudes.

Esta producción puede ser intercalada con los géneros seleccionados por los alumnos con anterioridad.