Al alumno deben proponérsele las siguientes tareas (el trabajo completo puede tomar varias clases e incluso hacerse en la última media hora, para dedicar la primera al cumplimiento de un programa más formal, si resulta imprescindible cumplirlo -cosa que espero no suceda, por el bien de todos):

Tarea 1: escribí una lista con las 5 cosas que más te entusiasman (explicar: lo que te gusta mucho, lo que más te interesa)

Tarea 2: elegí una de ellas y explicá en una carilla el por qué de ese entusiasmo.

Tarea 3: respondé esta pregunta, ¿de dónde pensás que viene ese entusiasmo tuyo, qué lo originó?

Tarea 4: respondé esta pregunta, ¿adónde pensás que va, hacia qué te conduce, en qué se puede transformar?

Tarea 5: que cada alumno lea el trabajo de otro y escriba sobre el entusiasmo del compañero, cómo lo ve, qué le provoca, ¿lo comparte, podría compartirlo? ¿Qué tendría que hacer el otro con su entusiasmo?

Objetivo de la tarea:

? ofrecer al alumno una importante puerta para pensarse a sí mismo haciendo pie en el punto central de su interés

? ayudar a captar el movimiento de ese interés, su historia y su futuro

? ofrecerle una oportunidad de pensar y comprender la diferencia basándonos en el reconocimiento primordial del deseo personal.

Sugerencia: que el profesor o profesora lo haga, a la par de los alumnos. Que el profesor lea en voz alta su trabajo y pida opiniones a los alumnos sobre su entusiasmo. Este paso agregará verosimilitud a toda la tarea y dará mayor cohesión al grupo.

Pasos siguientes para ampliar el trabajo:

Tarea 6: que lean su trabajo en su casa (o a algún familiar o amigo de afuera del colegio) y describan por escrito la situación, qué le dijeron, qué pasó. (Es importante aquí ayudarlos luego a desarrollar defensas propias para contrarrestar las críticas que pueden haber recibido al mostrarse. Es imprescindible no dejarlos solos en ese frente).

Tarea 7: que le hagan hacer el trabajo a otra persona, tipo reportaje o tarea compartida. ¿A sus familiares, a alguien del barrio?

Nota: Es imprescindible que sean respetados los entusiasmos de los alumnos y que estos no caigan en hacerse los buenos hablando de cosas que en realidad no les interesan. Tal vez habría que permitirles cambiar de entusiasmo si se atascan, ayudándolos a sintonizar con aquello que realmente les produce interés.