Casi podríamos pensar que los contenidos son los pretextos para que pase lo más importante: que la relación afectiva establecida entre un docente y un grupo de alumnos sirva para que estos vean que hay más mundo del que creían, que ese mundo puede pensarse y sentirse de manera de captar sus riquezas. Ese proceso es un proceso de fortalecimiento de las personas involucradas en la clase. Se suele pensar al hecho docente demasiado atravesado por realidades ficticias, de manera que el contacto real entre las personas involucradas y el contacto real con un mundo rico y desbordante se transforma en una mera ceremonia crítica de impotencia compartida. ¿No les parece?