Te proponemos la lectura de la obra de este destacado escritor argentino a través de actividades que se organizan en una secuencia estructurada por niveles de complejidad.

La lectura de este autor es imprescindible, pero se enfrenta con una idea socialmente instalada: el abordaje de estos textos es demasiado complejo. Por esta razón, en este recurso las propuestas se organizan en una secuencia estructurada por niveles de complejidad, tanto por la elección específica de cada texto, como por las actividades propuestas.

Actividad 1: Borges y las cosas

Como actividad preparatoria, te proponemos que navegues en esta sección del material que preparó el Instituto Cervantes con motivo de la conmemoración del centenario del nacimiento de este autor.

Allí se proponen distintos elementos borgeanos acompañados por fragmentos de poesía o prosa del autor. Así, comenzar el estudio de Borges a partir de un soporte no tradicional puede ayudar a superar las dificultades que mencionamos arriba. No sugerimos ninguna consigna más que una primera exploración.

Actividad 2: La ficción del cronista

Para comenzar con el análisis de los textos, te proponemos la lectura de “El cautivo” que, por la brevedad, la aparente simplicidad, y por inscribirse en una tradición relativamente conocida -el relato de cautivos- ayudará a sortear los a priori con los que debe enfrentarse quien encare la lectura de este autor.

  1. Luego de la lectura, respondé esta pregunta más general, ¿cuáles son los dos “mundos” que se oponen en este relato? ¿Se presentan características de cada uno? ¿Cuáles? En este punto, observá las pocas características que describen el mundo “civilizado”, por ejemplo, la casa, las paredes y las puertas, y cómo la “vida” bárbara se caracteriza tanto por contraste con la “civilización” como por omisión y, particularmente, sobre el siguiente fragmento:
    Ahí se detuvo, tal vez por que los otros se detuvieron. Miró la puerta, como sin entenderla.
  2. En orden de aparición, identificá en el texto las distintas maneras que utiliza el narrador para nombrar al protagonista (un chico, un indio de ojos celestes, el hombre, el hijo, y nuevamente, el indio). ¿Qué vinculación se puede establecer entre los distintos apelativos y las transformaciones que sufre el protagonista a lo largo de su historia?
  3. Señalá los fragmentos en los que el narrador realiza comentarios. ¿Qué tiempos verbales predominan? ¿Qué tiempos verbales predominan en los fragmentos que no corresponden a comentarios del narrador (se puede aprovechar este texto para revisar la estructuración de los tiempos verbales: tiempos del discurso – tiempos del relato)? ¿Qué función cumplen los comentarios del narrador?
  4. Te sugerimos reflexionar sobre los recursos que crean verosimilitud. Para eso podés empezar planteando la lectura de un fragmento del propio Borges en Cómo nace un texto.
    Luego de la lectura del fragmento, te sugerimos la búsqueda de marcas textuales que se empleen como recursos para crear un efecto de verosimilitud. En ente sentido, es interesante profundizar el juego de voces que recorre este relato, el narrador refiere una historia referida por una fuente no identificada y las marcas léxicas y gramaticales correspondientes al campo semántico de la duda y la posibilidad.
  5. Para cerrar el trabajo con este cuento, te proponemos que pienses en leyendas que puedan vincularse con este texto. Es importante que puedas fundamentar las relaciones que establecen.
  6. Como cierre general de la actividad, te proponemos trabajar con Los dos reyes y los dos laberintos. El objetivo es analizar este texto en contraste con el anterior de modo que puedas encontrar recursos y elementos estructurales comunes y, así, poder diferenciar e independizar del análisis puntual los conceptos teóricos empleados.